Confinamiento y adicción a los videojuegos

En la mayoría de los países del mundo durante la pandemia, una de las medidas establecidas para detener la propagación del virus covid.-19 fue el cierre de escuela e institutos.  Por esta razón, los niños y adolescentes pasaron muchos meses sin poder salir de sus hogares. Todo este proceso de confinamiento ha sido largo y progresivo, experimentado de diferente manera en cada país. 

En este sentido, los niños y adolescentes llegaron a disponer de mucho tiempo libre. Este largo tiempo se ocupó sentado frente a los ordenadores, tablets, tv, celulares y consolas de videojuegos. Esto acaparó la atención de muchos niños y así eludían el aburrimiento y pasaban el tiempo. 

  
En general, no hay datos estadísticos que confirmen el incremento de horas y usuarios en los juegos online, sin embargo, en algunas páginas de juego se observó el aumento de usuarios o jugadores en los meses siguientes al mes de marzo del año 2020. 

En los casos de páginas de juegos online, los gamers juegan en vivo y directo, obteniendo premios y las llamadas propinas por parte de muchos de sus seguidores y con el pago de cuotas por suscribirse a su canal, pudiendo llegar a tener un salario solo por retransmitir sus partidas de juego de manera directa. 

Esta manera de llenar este tiempo de ocio mediante la conexión a internet, bien sea trabajando o los niños y adolescentes jugando ha disparado el consumo del uso de datos y la demanda de dispositivos tecnológicos, móviles y aumentó el tráfico en las operadoras de telefonía de muchos países. 

En el caso de los videojuegos, es de suma importancia para muchos padres revisar los sistemas de clasificación internacionales que evalúan el contenido de los videojuegos y además el software de entretenimiento que utilizan sus hijos, el cual se basan en criterios como el lenguaje, violencia y escenas de sexo, entre otros aspectos.    

En el caso de los videojuegos, la industria ha creado una campaña en las redes sociales que motiva hacer los videojuegos más amenos durante el periodo de confinamiento. 

Psicólogos exponen que ante el aumento en el consumo de contenidos de tipo online, se alerta sobre las desventajas y el peligro de pasar un gran número de horas frente a los dispositivos de tecnología y recomiendan a los padres establecer de igual manera horarios para realizar esta actividad y así evitar posibles conductas de adicción sobre todo en los niños y adolescentes. 

Una pregunta común entre los padres que observaban a sus hijos durante muchas horas al día jugando videojuegos durante el confinamiento por la pandemia era, cuantas horas son suficientes. Y es que no solo los niños y adolescentes se sumergen en el mundo de internet o videojuegos, sino también los adultos. 

Es importante señalar que los niños luego de realizar sus actividades escolares, pueden dedicar algunas horas a jugar, esta es una actividad muy divertida y normal para muchos niños y adolescentes; sin embargo, hay algunos niños a los cuales se les hace muy difícil controlar el tiempo que pasan jugando.

Estos casos en los que la persona queda fuera de control con los videojuegos tienen ciertas características similares, como: 

• En su mayoría son varones.
• Prestan toda su atención a los videojuegos, descuidando sus tareas escolares, responsabilidades, ejercicios, sueño, comida y hasta existen caso que no toman en cuenta a su familia.
• Estos niños pueden presentar depresión, problemas por el uso exagerado de los teléfonos celulares,  agresividad, y timidez, debido a que como en cualquier caso de adicción, los juegos tienden activar el sistema de recompensa del cerebro.
• En general, no existe un procedimiento oficial para diagnosticar el trastorno de la salud mental debido a los videojuegos, sin embargo, ese tema se encuentra en discusión en la actualidad.
• Un niño que presente los siguientes síntomas tiene problemas con adicción a los videojuegos:
• Presenta una obsesión por los videojuegos. Cuando los padres no le permiten jugar asume comportamientos de ansiedad, tristeza y en algunos casos se pone irascible.
• Tiene el deseo de jugar cada vez más fuertes y no puede dejar de hacerlo.
• No se interesa en ninguna otra actividad que antes le parecía placentera y la disfrutaba.
• Dice mentiras acerca de la cantidad de tiempo que pasa jugando.
• Utiliza los videojuegos para calmar su mal humor.

​Es muy importante que los padres establezcan un plan u horario para conectarse tanto a las redes sociales como a los videojuegos, colocando como prioridad aquellas actividades del niño que están siendo apartadas por los videojuegos. 

Los padres deben tener conocimiento acerca de los videojuegos, páginas que visitan su hijo y aplicaciones que descarga en sus dispositivos electrónicos. Cuidando además la información personal que el niño pueda estar suministrando en las redes. 

Los videojuegos deben permanecer en áreas comunes del hogar, en la medida de lo posible. Los padres deben acompañar a sus hijos a jugar videojuegos, a partir de allí poder establecer los límites necesarios en este tema. Es importante que se anime a los niños a leer libros, jugar con juguetes, a pintar, a otras actividades diferentes a los videojuegos.