En algún momento de nuestras vidas nos hemos enamorado, siendo allí cuando nuestro organismo se activa
En algún momento de nuestras vidas nos hemos enamorado, siendo allí cuando nuestro organismo se activa un compuesto orgánico que nos somete por completo: la FenilEtilAmina (FEA, por sus siglas en inglés).
Tal y como lo indica la propia palabra estamos hablando de química y no de aspectos físicos, por lo tanto, este elemento es parecido a las anfetaminas y al estar combinado con la dopamina y la serotonina sintetiza el amor perfecto. Ciertamente, si una persona tiene más FEA, más se enamorara.
La descarboxilación enzimática de la fenilalanina produce a la FenilEtilAmina (FEA). Esta molécula interviene en el sistema límbico y es la precursora de la dopamina. Es la responsable de intensificar la acción de la dopamina y la serotonina, siendo la que conforma la auténtica química del amor para hacernos sentir motivados, realizados y contentos.
Por tratarse de un compuesto orgánico, de la familia de las anfetaminas, su producción se lleva a cabo cuando conocemos a esa persona que simboliza la perfección que tanto queríamos en nuestra vida (el amor a primera vista).
Los especialistas indican que esta reacción se debe a la influencia de las feromonas. La composición específica de la persona ideal produce una señal a nivel del olfato que incita al cerebro y hace que busquemos con la vista a la persona que provoca tanto estremecimiento. Algunos científicos no están de acuerdo con la presencia de las feromonas en los seres humanos, pero si llegan afirmar que cada individuo tiene un olor particular compuesto por 400 sustancias químicas.
La respuesta del cerebro a la sobredosis de feniletilamina produce los neurotransmisores dopamina y norepinefrina, los cuales inician una serie de eventos desde el hipotálamo, que a su vez se comunica químicamente con la hipófisis, pasando a la tiroides y luego al páncreas, para transmitir la señal a las glándulas suprarrenales, que posteriormente se comunica con los testículos o con los ovarios.
Los efectos que pueden presentarse durante esta reacción química son:
- Aumento de la presión arterial.
- Cierre de los vasos sanguíneos, las venas y las arterias periféricas.
- Aumento de la temperatura corporal.
- Presencia de escalofríos y sudoración.
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Contracción de estómago y el intestino.
- Dilatación de las pupilas.
- Variaciones en la glucosa de la sangre.
La relación entre la química del amor y la excitación sexual
Los expertos en el área indican que es la oxitocina la que interviene directamente en la excitación sexual. Sin embargo, la producción de oxitocina hace que nos preocupemos por lucir bien ante los ojos de la persona que nos interesa. Por tal razón, se le conoce como la hormona de la confianza ya que aleja el miedo a nuevas experiencias.
Regresando a la realidad
Al finalizar el encuentro, el cerebro genera sedantes naturales (encefalinas y endorfinas) para normalizar el cambio ocasionado por las sustancias producidas inicialmente, llegando a promover felicidad, gozo, tranquilidad y calma. Posteriormente, es preciso regular la sobredosis de azúcar en la sangre y los cambios de temperatura, por lo cual se produce insulina y la glucosa es dirigida hacia los tejidos. Los cambios en la glucosa ocasiona una carencia de serotonina, que estimula el consumo de azúcar, siendo esta necesidad mayor en las mujeres que en los hombres.
La relación entre la química del amor y la fidelidad
La vasopresina es la encargada de la fidelidad, su síntesis ocurre en el hipotálamo y se acumula en la neurohipófisis, en la sustancia negra y en el locus cerúleo.
Los niveles de vasopresina están relacionados directamente con la monogamia. Específicamente, se ha reconocido al gen RS334 como el responsable de sintetizar la vasopresina, observándose que su presencia aumenta la capacidad de compromiso en los hombres.
La presencia de la vasopresina disminuye notablemente en las personas promiscuas. Aunque en algunas sociedades no existe preocupación, ya que se consideran que las civilizaciones monógamas se basan en relaciones intelectuales y no biológicas.
La duración de la pasión
Según estudios realizados por la profesora Cindy Hazan de la Universidad de Cornell en Nueva York la pasión puede durar entre 18 y 30 meses, tiempo suficiente como para enamorarse, conocerse y formar una familia.
Sin embargo, esto no significa que el amor se termine sino que la química del amor se transforma y pasa a otra etapa en la que se aseguran los vínculos afectivos.
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