Parece que cada vez tenemos más hambre de relacionarnos y más urgencia por no estar solos, pero también más miedo a que alguien se quede a nuestro lado.
Parece que cada vez tenemos más hambre de relacionarnos y más urgencia por no estar solos, pero también más miedo a que alguien se quede a nuestro lado.
Resulta desconcertante ¿no crees?. Sentir ansiedad cuando no te contesta los mensajes , cuando no te procura tanto como te gustaría e incluso terror de ser arrasado por un espeluznante “visto”. ¿Y cuando la cosa cambia y sí te hace caso? Parece mentira, pero muchas veces no nos sentimos mejor y la relación que tenemos con nuestra pareja toma otro cause. El enojo se convierte en inseguridad y la ansiedad se transforma en miedo. Miedo de perderte , miedo de perderme, de no sentirme con el suficiente valor como para que permanezcas a mi lado.
¿Por qué pasa esto? Llegamos a un punto donde nos sentimos vulnerables y, por más que deseemos la compañía de alguien a quien queremos y apreciamos tanto, una parte de nosotros aún sigue herida y se encuentra en alerta para no dejarse lastimar otra vez. Es por esto que muchas veces nos colocamos a la defensiva cuando alguien alcanza a tocarnos sentimentalmente de una manera más profunda, una parte de nuestra persona siente esto como un posible peligro porque claro, si la ilusión y los sentimientos son más fuertes me podría doler mucho si algo sale mal, así que mejor me alejo yo o bien alejo a esta persona de mi vida.
Otra situación que también puede ocurrir es que, después de haber pasado por tantas experiencias dolorosas o insatisfactorias, cuando se me presenta algo diferente y que me agrada, de repente no sé que hacer o cómo comportarme y, de manera consciente o inconsciente, opto por actuar tal y como he aprendido a hacerlo. Imagina que hubieses vivido parte de tu vida en un barrio peligroso y luego te mudas a un sitio muy tranquilo y seguro, te agrada pero continúas desconfiando de lo que te rodea y estás preparado para protegerte ante la mínima provocación, lo mismo pasa con nuestros sentimientos.
Pero no te preocupes algo que fue, incluso si perduró, no tiene porque seguir siendo. El proceso requiere introspección, sinceridad con uno mismo y el reflejo que un profesional te pueda brindar. Estos serán puntos clave para que puedas seguir adelante mientras te conoces y te das la oportunidad de reconstruir tu vida emocional, así como de formar nuevas relaciones sociales y de pareja, no desde el miedo o el dolor, sino desde el aprendizaje y el crecimiento mutuo.
Queremos ayudarte a superar tus problema de pareja. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos
entender mejor lo que pasa en tu relación: