En el desarrollo del embarazo, puede ocurrir que en algún momento la gestante experimente cierto temor, preocupación a afrontar el parto por el dolor, sobre todo si es primeriza.
Habitualmente, cuando una mujer está embarazada, lo único que desea es que el nacimiento de su bebé llegue pronto para conocerlo, disfrutarlo y verlo. En el desarrollo del embarazo, puede ocurrir que en algún momento la gestante experimente cierto temor, preocupación a afrontar el parto por el dolor, sobre todo si es primeriza. Sin embargo, cuando un miedo se convierte en un temor irracional y obsesivo se le cataloga como Fobia. En este caso del embarazo se le denomina tocofobia la cual es una respuesta de evitación en donde hay un miedo persistente, injustificado a quedar embarazada o al dolor al parto, el cual sienten algunas mujeres aun cuando desean un bebé. De hecho, muchas veces este miedo tan intenso a dar a luz puede incitar a que las madres soliciten ser intervenidas mediante cesáreas o someterse a esterilización después de parto.
Otro miedo que es común encontrar en las mujeres es al de quedar embarazadas, tanto por factores de dolor, temor o mismo un entorno religioso en donde está mal visto, y son consecuencias la creación de un embarazo psicológico, síndrome en el cual la mujer cree estar embarazada, sin estarlo realmente.
Es importante saber que existen dos tipos de tocofobia, las cuales se clasifican en primaria y secundarias: la primera afecta a las mujeres que no han quedado embarazadas y la secundaria puede asociarse a una experiencia negativa respecto a un parto anterior en donde suelen estar aterradas por el recuerdo del primer alumbramiento; en otras palabras, las mujeres que sufren de miedo al embarazo, tienden a reaccionar de diferentes formas por ejemplo a evitar todo tipo de contacto físico y sexual. También, se extreman las medidas para concebir como por ejemplo: las mujeres que tienen un dispositivo intrauterino, en ocasiones deciden tomar pastillas anticonceptivas o usar métodos de barrera para evitar el embarazo. Otras forma es la huida interrumpen la actividad sexual de manera abrupta o rechazan a sus parejas.
Por otro lado, pueden ser desencadenadas por diferentes causas; una de las principales es la preocupación en exceso, anticipando sucesos negativos que podrían ocurrir durante el proceso de la gestación o parto. Así como por los comentarios de experiencias de partos dolorosos, videos escolares, programas de televisión de alumbramientos. También, el miedo a ser rechazadas socialmente; por no poder escalar una posición en el lugar en donde se trabaja y todo esto puede crear un fuerte impacto a nivel psicológico en algunas mujeres ocasionándole esta fobia.
Finalmente, la tocofobía o miedo al embarazo puede llegar a desarrollar consecuencias tales como: uso excesivo de anticonceptivos o rupturas de parejas por la negativa a procrear. También se puede ver afectada el área social y familiar. Por eso, es importante la atención psicológica, ya que por medio de la misma las personas afectadas podrán recibir tratamiento, herramientas, apoyo, orientación para lograr así un equilibrio emocional, físico, mental.
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