Qué es un ataque de ira
Un ataque de ira es la respuesta que emiten algunas personas cuando experimentan un gran enfado, o una situación de rabia o furia intensa. Son episodios derivados de percibir una ofensa o de no saber controlar las propias reacciones emocionales. Así, puede haber un desencadenante claro o no. Hay personas que manifiestan cierta predisposición a los ataques de ira, muchas veces como consecuencia de ese pobre autocontrol emocional.
Tipos de ira
La ira es un sentimiento de indignación que causa enojo, rabia o enfado. También se define como el “apetito o deseo de venganza”. Existen diferentes tipos de ira:
- Ira reactiva: es una respuesta inmediata a un insulto, amenaza, ofensa, que se recibe o percibe como algo injusto. Suele manifestarse con gritos, portazos, insultos…
- Ira pasivo-agresiva: implica atacar indirectamente a la otra persona, sabotearla o hablar mal sobre ella a sus espaldas. También incluye reprimir cualquier tipo de admiración hacia ella.
- Ira evitativa: consiste en actuar como si todo estuviera bien, cuando realmente no lo está. Es la ira que se relaciona más frecuentemente con enfermedades, ya que implica internalizar conflictos, lo que dañaría, a su vez, nuestra autoestima.
A su vez, un ataque de ira puede ser de diferentes tipos:
- Ataques de ira por ansiedad: aparecen por una mala gestión de este estado fisiológico y psíquico.
- Ataques de ira y depresión: son aquellos que nacen debido a sentimientos depresivos mal gestionados, o aquellos que producen,precisamente, este tipo de sintomatología.
Síntomas de un ataque de ira
Un ataque de ira es un episodio de rabia desmesurada, que puede conllevar o no, algún tipo de agresión o violencia, ya sea física o verbal, contra uno mismo o contra otra persona. Los síntomas o signos de un ataque de ira en adultos o en niños pueden incluir:
- Gritos
- Rabia desmesurada
- Sollozo o llanto
- Insultos
- Histeria
- Pérdida de control
- Incremento de la temperatura del cuerpo
- Aumento del ritmo cardíaco
- Aumento de la tensión arterial
- Tensión muscular
- Temblores
- Hiperventilación
- Sensación de ahogo y mareo
- Malestar gastrointestinal
Si el ataque de ira como síntoma se prolonga e intensifica en el tiempo, entonces la persona puede llegar a sufrir problemas físicos diversos (muchos de ellos, síntomas somáticos), como por ejemplo:
- Diarrea
- Vómitos
- Náuseas
- Estreñimiento
- Gases
Por otro lado, ataques de ira y depresión pueden aparecer conjuntamente, así como ataques de ira y ansiedad. De esta forma, la mala gestión de la ira puede acabar desencadenando también síntomas psicológicos importantes.
Personas más susceptibles a sufrir un ataque de ira
Hay personas que son más susceptibles o más propensas a sufrir un ataque de ira, como por ejemplo:
- Personas con problemas o déficits de autocontrol o de gestión emocional.
- Personas que presentan una baja tolerancia a la frustración.
- Personas con problemas comunicativos o con déficits en habilidades sociales.
- Aquellas con una baja autoestima o con un concepto muy pobre de sí mismas.
- Las que tienen conflictos intrapsíquicos o inconscientes no resueltos.
- Aquellas que han sufrido o que están sufriendo una época especialmente estresante.
Tratar tanto el ataque de ira como la ira en general, es posible gracias a la ayuda de un psicólogo que te acompañe durante el proceso. La terapia online se ofrece como una alternativa para ello, y algunos de los beneficios de trabajar el ataque de ira con un profesional son:
- Permite conocer y poner en práctica respuestas alternativas a la ira, más adaptativas y saludables.
- Incrementa el bienestar emocional.
- Mejora las relaciones sociales y de pareja.
- Aumenta la sensación de control y seguridad en la propia conducta.
- Mejora la autoestima y el autoconcepto.
- Reduce los niveles de estrés y ansiedad.
- Permite conocernos mejor y trabajar en el autocuidado.
Si sientes que la ira o los ataques de ira forman parte de tu vida, en Psonrie podemos ayudarte a controlar estos aspectos de tu vida que no te gustan. Así, te ayudaremos a controlar la ira y a mejorar tu sensación de autocontrol emocional, a través de estrategias que fomenten respuestas alternativas a la ira y que mejoren también tu bienestar personal.
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Trastornos psicológicos cuyos síntomas incluyen la ira:
El trastorno explosivo intermitente es un trastorno del control de impulsos que afecta a un 4-6% de la población. Entre sus síntomas encontramos episodios repentinos y repetidos de conductas impulsivas, agresivas y violentas, o arrebatos verbales agresivos, que suelen incluir, por supuesto, la ira. Es decir, en este trastorno aparecen ataques de ira en adultos; controlar la ira en estos casos resulta muy complicado.
¿Se puede aplicar el control de ira en el trastorno explosivo intermitente? ¿De qué manera? En Psonrie disponemos de un equipo de psicólogos online que puede ayudarte con ello, trabajando directamente en tus emociones, tus actitudes y tus pensamientos, para que todo ello ejerza una influencia en tu conducta.
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El trastorno de la personalidad límite (TLP) también puede incluir los ataques de ira; se caracteriza por una gran inestabilidad emocional y en las relaciones interpersonales, unida a una sensación de vacío y a una gran impulsividad. El control de la ira también puede estar afectado en estos pacientes, sobre todo debido a las grandes dificultades en gestión emocional que presentan. Además, en el TLP ataques de ira y depresión suelen estar fuertemente relacionados.
Si te preguntas “¿Cómo controlar mi ira?” teniendo o no un trastorno límite, en Psonrie podemos ayudarte. Los ataques de ira repentinos o las explosiones de ira pueden aparecer en este tipo de trastornos, y por ello te animamos a pedir ayuda si los padeces. Te acompañaremos en este proceso, ayudándote a encontrar las causas de esa ira y cómo aprender a gestionarla de forma adaptativa.
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Los trastornos del espectro del autismo (TEA), a veces, aunque no siempre, pueden incluir entre sus síntomas ataques de ira. Muchas veces, más que de ira en sí, hablamos de problemas o trastornos de conducta, que pueden aparecer en estos niños con o sin un desencadenante claro. El tratamiento de la ira y de sus consecuencias en estos casos será fundamental.
Si tu hijo tiene diagnosticado autismo y, además, manifiesta explosiones de ira o ataques de ira repentinos, puedes consultar alguno de nuestros profesionales disponibles. Nuestro equipo de psicólogos online puede ayudarte a través de técnicas de modificación de conducta y de pautas para que tu hijo pueda aprender a gestionar esos momentos, muchas veces derivados de una baja tolerancia a la frustración.
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El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por una marcada impulsividad, hiperactividad y déficits de atención. En algunos casos, las personas con TDAH presentan también problemas de regulación emocional y baja tolerancia a la frustración, lo que les hace manifestar síntomas relacionados con dificultades para manejar la ira. Controlar la ira resulta un aspecto imprescindible para trabajar en este tipo de pacientes.
Existe una terapia de control de ira que nos permite trabajar los ataques de ira en adultos, adolescentes y niños, con o sin TDAH. En Psonrie contamos con un equipo de psicólogos online que puede ofrecerte este y otros tipos de terapia online para ayudarte a combatir este tipo de síntomas. Así, con ayuda de un profesional puedes aprender a manejar la ira.
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Control de la ira:
En niños el ataque de ira también puede estar presente. Muchos de estos ataques derivan de una mala gestión de las emociones y el comportamiento, así como de una baja tolerancia a la frustración. Para trabajar esta ira en niños, será importante averiguar qué es lo que la está desencadenando y ofrecerles estrategias de regulación emocional, así como conductas alternativas a esta rabia incontenida.
Si tu hijo manifiesta un ataque de ira para conseguir lo que quiere, o expresa ira de forma descontrolada a menudo, un psicólogo online puede ofrecerte las estrategias que necesitas para que aprenda a manejar la ira. La terapia conductual, la cognitivo conductual y la psicoeducación han demostrado ser técnicas efectivas para un manejo de la ira adecuado.
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Más allá de la infancia, la ira es una emoción que, si no se aprende a gestionar desde la infancia, puede extenderse hasta la adolescencia. En estos casos, será importante también indagar en las posibles causas de esa ira y explorar las maneras más adecuadas para gestionarla sin que ello reste nivel de bienestar en el adolescente. La gestión de la ira es un aspecto fundamental para aprender a gestionar los conflictos y las problemáticas que el adolescentes deberá afrontar a lo largo de su vida.
Si tu hijo padece un ataque de ira de forma periódica y regular, podemos ayudarte a través de nuestro equipo de psicólogos online, que te ofrecerán herramientas de gestión de la ira. Además, más allá de la ira, nos centraremos en trabajar con el adolescente aspectos de su autoconcepto y su autoestima que puedan estar influyendo en este tipo de síntomas, a fin de mejorar su bienestar emocional.
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Manejar la ira de forma inadecuada también se produce en muchos casos en personas adultas. Así, los ataques de ira en adultos pueden interferir enormemente en su bienestar y en sus relaciones personales. La ira es una emoción totalmente válida, lo que nos genera malestar (y a los demás) es una mala gestión de la misma. Por eso aprender a controlarla puede reportarnos esa paz mental que buscamos.
¿Cómo controlar la ira cuando sentimos que ésta nos desborda? La gestión de la ira será nuestro principal objetivo a trabajar contigo si decides contactar con alguno de nuestros psicólogos online, profesionales con experiencia que pueden acompañarte en este proceso de sanación personal.
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Cómo afecta la ira:
Los ataques de ira en la pareja también pueden aparecer. Así, la relación de pareja también puede verse perjudicada cuando manifestamos una ira desproporcionada o mal gestionada. ¿De qué manera? Ocasionando conflictos con nuestra pareja, problemas de comunicación e incluso faltas de respeto si nos llegamos a descontrolar en exceso. Así, cuidar nuestra gestión emocional implica también cuidar nuestra relación de pareja.
¿Cómo controlar la ira en la pareja? Si sientes que un mal manejo de la ira está interfiriendo en tu vida y en tu relación de pareja, quizás sea el momento de pedir ayuda. Aprender a calmar la ira y evitar que ésta interfiera en tu vida, son aspectos que puedes trabajar con nuestro equipo de psicólogos online, que te ofrecerán una terapia de control de ira para que poco a poco te sientas mejor.
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Controlar la ira nos permite tomar control de nuestro comportamiento y también de nuestras emociones. Además, nos puede evitar problemas en otra área de nuestra vida más allá de la pareja: el trabajo. Un mal manejo de la ira nos puede traer consecuencias negativas en el ámbito laboral, ya sea con nuestros compañeros, con nuestro jefe o con nuestros propios objetivos.
Si sientes que tus problemas para controlar la ira están interfiriendo en tu vida laboral, en Psonrie podemos ayudarte a calmar la ira poco a poco. En nuestra plataforma puedes empezar a realizar terapia online en cualquier momento a fin de controlar posibles explosiones de ira y de gestionar todo el malestar emocional que ello conlleva.
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En el ámbito familiar un mal manejo de la ira también puede perjudicarnos. Así, nuestros seres queridos pueden sufrir las consecuencias de esta rabia que manifestamos contra los demás, donde ellos no saben cómo ayudarnos y por ello acaban evitando nuestra compañía. Si quieres poner fin a esta situación y calmar la ira, te animamos a pedir ayuda: ¡te la mereces!
El tratamiento de la ira puede ser la solución a este malestar que manifiestas por el hecho de no poder controlar tus emociones. Si sufres ataques de ira repentinos y quieres aprender a gestionar esta emoción, puedes contactar con alguno de nuestros psicólogos online para empezar terapia cuanto antes. ¡Potencia tu manejo de la ira con nosotros!
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Igual que ocurre en el ámbito familiar, en la vida social también pueden aparecer los efectos negativos derivados de esa mala gestión de la ira. Así, nuestros amigos pueden reaccionar mal a nuestros ataques de ira repentinos, e incluso acabar distanciándose de nosotros si esa situación les sobrepasa. Por ello te recomendamos que empieces a trabajar tu situación cuanto antes, para recuperar así tu bienestar personal y social. Calmar la ira te ayudará a recuperarlo.
Si te preguntas “¿Cómo puedo controlar mi ira?” y no sabes por dónde empezar a buscar respuestas, en Psonrie podemos ayudarte a encontrarlas. Además, ataques de ira y depresión son elementos que aparecen juntos con frecuencia, por lo que en estos casos, también será importante trabajar la sintomatología depresiva. La terapia online resulta efectiva para trabajar este y otros aspectos emocionales que puedan estar disminuyendo tu calidad de vida.
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