El duelo es el proceso de adaptación que sigue a cualquier pérdida; es un comportamiento humano en el cual se desencadenan una serie de reacciones en el pensamiento, emociones y en el comportamiento de la persona que lo padece.
El duelo es el proceso de adaptación que sigue a cualquier pérdida; es un comportamiento humano en el cual se desencadenan una serie de reacciones en el pensamiento, emociones y en el comportamiento de la persona que lo padece. El duelo es un proceso normal que ayuda al individuo a adaptarse a la perdida de alguien, sin embargo, su cronificación puede causar gran malestar en la persona. Pero ¿qué ocurre en niños y en adolescentes?
En los niños, las manifestaciones de duelo normales pueden presentarse de forma inmediata o pasada un tiempo, las manifestaciones más frecuentes son: conmoción y confusión, ira, enojo hacia otros miembros de la familia, temor o miedo a perder un familiar vivo, retroceso a etapas del desarrollo superadas (actúa de manera más infantil); pueden sentirse culpables de la muerte del familiar e incluso presentan tristeza que puede venir acompañada con diversos problemas del sueño.
Algunas sugerencias para ayudar a los niños a superar el duelo son: Ser honestos con ellos con respecto al suceso que ocurre, dar la noticia de la perdida, aunque resulte doloroso y difícil, explicar cómo ocurrió la muerte con pocas palabras, permitir que esté presente en los ritos funerarios, animarle a expresar lo que siente, estar física y emocionalmente cerca del niño.
Algunos signos de alerta son: llanto frecuente, rabietas excesivas, apatía, perdida de interés en compartir con sus amigos, pesadillas recurrentes, miedo a quedarse solo, imitación de la persona fallecida, bajo rendimiento académico, no querer participar en clases. La presencia prolongada de varios de estos signos de alerta puede indicar la presencia de depresión o un duelo no elaborado.
La manifestación de duelo en los adolescentes es similar a la de los adultos, en estos predomina el malestar físico y en mayores se presentan problemas psicológicos, de no resolverse a tiempo se pueden presentar problemas graves y duraderos como baja autoestima, consumo de drogas, comportamiento delictivo, promiscuidad sexual, embarazo temprano, comportamiento suicida o de riesgo y confusión.
Algunas sugerencias para ayudar a los adolescentes en el duelo son: proporcionar la información clara de lo sucedido, respetar la expresión o no de las emociones, fomentar la participación en ritos funerarios siempre y cuando quiera el adolescente, evitar la sobreprotección, mostrarse cercano y disponibles en los momentos que nos necesiten mantener las normas y rutinas, garantizar la atención y el afecto, recordar que es adolescente y reafirmar su personalidad (evitar comparaciones con el fallecido).
La cronificación de estas fases descritas previamente puede desencadenar comportamientos y estados emocionales anormales que impiden la superación del duelo. Si usted necesita ayuda para lidiar con su pena o manejar la pérdida de alguien cercano, es importante consultar con un psicólogo u otro profesional de salud mental calificado. El apoyo de un psicólogo es fundamental para ayudar a desarrollar la resiliencia y a buscar estrategias para superar la tristeza.
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