Trastornos alimenticios: trastornos de la conducta alimentaria

Qué son los trastornos alimenticios

Los trastornos alimenticios se caracterizan por anomalías en los hábitos de alimentación que pueden implicar tanto una ingesta excesiva como, por el contrario, una deficiente o insuficiente. Los síntomas más habituales incluyen una distorsión de la autoimagen corporal, un miedo intenso a subir de peso y otros problemas relacionados con la forma en que se percibe a sí misma la persona y la manera de gestionar las expectativas de los demás.

Personas más vulnerables a padecer un trastorno alimenticio

Existen personas más propensas a padecer un trastorno alimenticio, así como factores de riesgo que hacen más probable que una patología así pueda desarrollarse:

La adolescencia: en esta etapa de la vida la personalidad, la autoestima y el rol social de la persona se desarrollan y, por tanto, la presión por la imagen es mayor.
Baja autoestima: tener una baja autoestima y una valoración negativa de uno mismo aumenta la probabilidad de padecer un trastorno alimenticio.
Mujeres: 9 de cada 10 personas que presentan trastornos de la alimentación son mujeres.
Rasgos psicológicos: determinados rasgos de personalidad como el perfeccionismo obsesivo, la necesidad de control o una autoexigencia elevada son factores de riesgo para desarrollar un trastorno alimentario.
Predisposición genética: tener antecedentes familiares de trastornos alimenticios incrementa la probabilidad de padecer esta patología.
Ambiente familiar desestructurado: las familias en las que no hay un ambiente estable y seguro son un factor de riesgo significativo a la hora de desarrollar un trastorno de la alimentación.

Cómo se han incrementado los trastornos alimentarios por la pandemia

La pandemia y el confinamiento prolongado han provocado un aumento significativo de la incidencia y el agravamiento de trastornos alimenticios como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón. La cuarentena ha afectado negativamente a nuestros hábitos de alimentación: cuando estamos más ansiosos tendemos a comer más y peor, lo que a la larga provoca un mayor riesgo de desarrollar un trastorno de la conducta alimentaria.

Cómo afecta el confinamiento a nuestros hábitos alimenticios

La pandemia y el confinamiento han tenido un gran impacto en nuestro estilo de vida y en nuestros hábitos alimenticios. Las conductas de ingesta compulsiva y el “picoteo” han aumentado significativamente y la consecuencia es un incremento de varios tipos de trastornos de la conducta alimentaria, entre los que se incluyen la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón.

Cuáles son los trastornos alimentarios que más han aumentado

La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio caracterizado por el peso corporal anormalmente bajo, un intenso miedo a subir de peso y una percepción distorsionada de la figura corporal. Las personas que padecen esta patología intentan evitar a toda costa aumentar de peso y utilizan estrategias como la restricción calórica o las conductas purgativas para conseguir este objetivo.

Si padeces anorexia nerviosa o crees que tienes problemas alimenticios relacionados con esta patología es recomendable que solicites la ayuda de un profesional. Nuestros psicólogos online están preparados para tratar los trastornos alimentarios mediante procedimientos terapéuticos cuyo objetivo es reestructurar los pensamientos de la persona y modificar las conductas perjudiciales que mantienen el problema de alimentación.