Hoy en día, el cáncer es una enfermedad tan prevalente en la sociedad que por desgracia prácticamente todos conocemos a alguien que lucha o ha luchado contra ella. En el mundo entero hay alrededor de 18 millones de casos nuevos cada año, de los cuales en España se espera que haya 277.394 este años según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Estas cifras son tan desalentadoras como la enfermedad misma, sin embargo no todo son malas noticias al respecto. En el ámbito de la psico-oncología por ejemplo, cada vez hay más estudios que demuestran la efectividad y la mejora de pronóstico de una intervención psicológica en pacientes de cáncer.
Aproximadamente un tercio de los pacientes con cáncer desarrollan síntomas de ansiedad y depresión en los 5 años siguientes al diagnóstico; lo cual, junto con una pérdida de calidad de vida y aumento del nivel de estrés, tienen un impacto negativo en el pronóstico y empeoran la adherencia al tratamiento. Esto demuestra la importancia de un abordaje psicológico que acompañe al tratamiento médico de esta enfermedad, lo que nos lleva a la reciente investigación (2019) del Dr. Ludolph sobre las intervenciones para promover la RESILIENCIA en pacientes con cáncer.
La resiliencia se puede describir como el mantenimiento o la rápida mejoría de la salud mental tras la exposición a estresores significativos. Este mantenimiento o mejoría es debido principalmente a la capacidad de adaptación y aprendizaje al estresor, lo cual implica la posibilidad de entrenar en dicha capacidad. ¿Pero cómo consigue uno entrenar su resiliencia para un mejor abordaje de la enfermedad? A base de desarrollar al menos uno de los 11 factores de resiliencia: auto-eficacia, optimismo, cooperación activa, apoyo social, flexibilidad cognitiva, religiosidad/espiritualidad, emociones positivas, fortaleza, auto-estima, sentido de coherencia y tener un propósito/sentido en la vida.
Si los factores suenan un poco a chino, aquí tienes algunos ejercicios prácticos para desarrollar y trabajar en ellos: identificar y re-evaluar pensamientos negativos, comunicar las emociones relacionadas con la enfermedad, seguir las recomendaciones médicas, prestar más atención a cualquier aspecto positivo de los resultados, imaginarse distintos escenarios y pensar soluciones para cada uno, narrar este capítulo de tu vida abiertamente, meditar, identificar y promover las fortalezas de cada uno y desarrollar unos valores y actitud básica hacia el afrontamiento de la enfermedad.
Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir