La crisis sanitaria que en los actuales momentos ha ocasionado la propagación del coronavirus (COVID-19) por Europa y, especialmente por España está perturbando la vida cotidiana de sus habitantes, hasta el punto de afectar la celebración de funerales y d
La crisis sanitaria que en los actuales momentos ha ocasionado la propagación del coronavirus (COVID-19) por Europa y, especialmente por España está perturbando la vida cotidiana de sus habitantes, hasta el punto de afectar la celebración de funerales y duelos.
Las empresas funerarias son el último eslabón en la cadena sanitaria de esta pandemia, lo que les ha llevado a maximizar sus medidas de seguridad al momento de tratar y trasladar a los difuntos, así como, en el momento de efectuar los velatorios, cremaciones o inhumaciones.
Los especialistas epidemiológicos no han encontrado señales que indiquen la posibilidad de contagio por coronavirus desde cadáveres, pero el sector funerario en las distintas provincias han manejado este escenario con el mayor cuidado posible.
Al recibir directamente del hospital la notificación de fallecimiento de un paciente por coronavirus, su personal asiste a su depósito o morgue a recoger al difunto en una bolsa hermética (biodegradable), previamente impregnado por los médicos de una solución desinfectante de hipoclorito sódico. Al llegar al tanatorio es depositado el cadáver directamente en un ataúd, donde la decisión final dependerá únicamente del criterio de la funeraria y los recursos con los que cuente.
Algunas funerarias han optado por no realizar ni velatorio ni funeral, inhumando o incinerando el cuerpo directamente, previo contacto virtual (teléfono o correo electrónico) con los familiares que se encuentran en situación de aislamiento por haber estado en contacto con un positivo de coronavirus.
Otra opción adoptada por este sector es postergar los funerales o realizarlos vía internet por video streaming. En caso de ser aceptada la opción, los familiares reciben un código personal para garantizar la privacidad del acto en su entorno más cercano, evitando reuniones que puedan traducirse en potenciales contagios.
Aunque las medidas de cuarentena han complicado la asistencia a velatorios y funerales, otras funerarias han propuesto a sus clientes reducir las velas a los difuntos de 24 horas a solo 4 horas permitiendo la asistencia máxima de 15 personas tanto para este acto como para los funerales. Proporcionándole al resto de allegados la posibilidad de visualizar el funeral desde su teléfono móvil, ordenador o tablet por la vía del video streaming, con sus respectivas contraseñas. También brindan la posibilidad de realizar los entierros o incineraciones y, posponer las ceremonias de recuerdo a cuando la crisis por el coronavirus haya pasado.
A medida que se incrementen los casos de fallecimiento por coronavirus, el sector funerario se irá saturado y, la falta material sanitario y de seguridad para sus trabajadores aumentará, por lo cual, es recomendable que se tomen las siguientes medidas:
Para los fallecidos por coronavirus
Si hay familiares y personas cercanas que estuvieron en contacto con el difunto, deben permanecer en aislamiento domiciliario y no participar ni en duelo y ni en el funeral.
Pero si hay familiares y personas cercanas que no tuvieron contacto con el fallecido, pueden participar en el duelo pero colocándose una mascarilla quirúrgica.
Para los fallecidos por otras causas
En el caso de defunciones por otras causas, no participarán en el funeral las personas que presenten problemas respiratorios de cualquier naturaleza.
Pero si hay personas que no presentan síntomas respiratorios, es obligatorio lavarse las manos con solución desinfectante antes de ingresar a las instalaciones de las funerarias, así como también, antes y después de usar los servicios, los baños o el libro de pésame.
Para los velatorios y tanatorios
Los velatorios y tanatorios que permitan la asistencia de personas a sus instalaciones deberán facilitar a los usuarios de hidrogel o solución alcohólica desinfectante, agua, jabón y toallas desechables en sus aseos públicos.
En referencia a los servicios religiosos, en la medida que la crisis sanitaria lo permita los familiares del fallecido podrán solicitar retrasar los actos de culto religioso y las misas, a fechas menos críticas por la infección del coronavirus.
De llegar a realizarse ceremonias en las instalaciones de los tanatorios deben minimizarse la cantidad de personas que asistan y tener en cuenta las medidas de distanciamiento social (distancia mínima entre personas de dos metros). Evitar besos, estrechamiento de manos, abrazos, dar la paz y no formar filas para dar el pésame.
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