¿Eres adicto a las redes sociales?

En la actualidad, para los jóvenes las redes sociales y las aplicaciones de mensajería tiene una atracción adictiva, debido a que su actividad les proporciona respuestas rápidas, interactividad y retribución inmediata. Sin embargo, al principio su uso es muy positivo, en tanto las actividades y responsabilidades de la cotidianidad y vida normal de la persona no se dejen de lado. 

Cuando la persona abusa de las redes sociales tiende a alejarse de la vida real, lo que les ocasiona mucha ansiedad y les afecta de manera negativa la autoestima y la persona  pierde su capacidad de autocontrol. La persona puede abandonar o descuidar sus estudios, trabajo, deportes, aficiones, relación con familia y amigos. 

El abuso en el uso de las redes sociales es un tópico que actualmente se incluye en las estrategias de adicciones y es que el afecto y la atención hacia las redes sociales no deben tener carácter incondicional. 

Una persona puede tener muchos intereses y razones para incluirse en cualquier red social, como ser muy visible para los demás, aseverar su propia identidad delante de un grupo, estar en contacto con amigos y familiares, realizar intercambios de fotos, información, música y videos. 

Por su lado, la aplicación gratuita WhatsApp permite la incorporación en la comunicación entre muchas personas y permite mediante sus funciones en muchos casos controlar a los demás pudiendo confirmar la lectura de mensajes, la disposición en línea de la persona y la hora de su última conexión. 

Es importante aclarar los conceptos de mal uso de las redes y adicción. Cuando se habla de adicción a las redes sociales no es un término que esté considerado en el índice de clasificaciones psiquiátricas. Sin embargo, con un paso adelante se puede decir que la adicción a las redes sociales se produce cuando su uso establece la pérdida de control, alteración de las actividades diarias de una persona y una completa absorción mental de la persona afectada. 

Las personas cuando tienen una adicción a las redes sociales no se dan cuenta de las consecuencias negativas que esto puede ocasionarles, pues solo ven y disfrutan de las ventajas de gratificación que esto les ofrece en el momento. El exceso en el uso de las redes sociales trae un gran aislamiento, disminuye el rendimiento de una persona, provoca mucho desinterés por otros aspectos de la vida, además de un cambio evidente de conducta, insomnio y sedentarismo. 

Cuando estos síntomas mencionados se consolidan en la persona, debido al uso excesivo y descontrolado de las redes sociales y fomentan la adicción,  entonces aparecen nuevos síntomas como ansiedad, depresión e intranquilidad. En esta etapa de pérdida de conexión temporal se presenta una necesidad en aumento, de estar conectado por mucho más tiempo, lo que afecta significativamente la actividad diaria de una persona. 

Es este el momento donde la persona tiene un deseo y ansiedad exagerada por estar conectado a las redes sociales con una ansiedad semejante a la que experimentan las personas que consumen drogas, afectando su trabajo, escuela, familia, salud y relaciones interpersonales.

En el perfil de una persona adicta a las redes sociales se manifiesta su capacidad de disminuir el tiempo que dedica a realizar sus tareas cotidianas como dormir, comer, hablar  y compartir con sus familiares y de sus responsabilidades laborales y escolares; además de que su conexión a las redes en internet será lo primero que hace al despertar y lo último antes de dormir. En este sentido, tienen más relevancia las consecuencias negativas que genera en la vida de la persona que el número de horas que permanece conectado. 

Es un aspecto evidente que las redes sociales están disponibles para cualquier persona, pero un porcentaje muy pequeño abusa de su uso. El principal grupo de riesgo en estos casos son los adolescentes, por el hecho de buscar nuevas sensaciones y son los que tienden a conectarse en mayor grado a internet, además de estar más familiarizados con las tecnologías punta. 

La personalidad y los estados emocionales de una persona son puntos claves para el aumento de la vulnerabilidad psicológica de una persona, así como la impulsividad, la intolerancia a situaciones negativas psíquicas, físicas y la búsqueda excesiva de emociones fuertes. 

En algunos casos, la adicción a las redes sociales puede tener origen de un problema clínico previo como la timidez excesiva, rechazo social por la imagen corporal, baja autoestima, hiperactividad o depresión. En estos casos el excesivo uso de internet demuestra la existencia de un problema de personalidad o de una enfermedad o trastorno mental y es eso lo que se debe atacar. 

Existen otros casos que ponen en evidencia la insatisfacción personal de la vida que está experimentando una persona o no tienen un afecto sólido, están llenos de carencias familiares y sociales, lo que les crea un vacío que intentan cubrir con el mundo de las redes sociales de manera imaginaria y que les proporciona un escape y mejora aparente de su estado de ánimo.

El abuso de las redes sociales puede ocasionar la pérdida de las habilidades de comunicación personal y desencadenar un tipo de discapacidad relacional provocando relaciones y comunicación social irreal.