Gelotofobia o miedo a la burla social

Hay un gran número de personas a nivel mundial que padecen de gelotofobia o miedo a la burla social. Este trastorno afecta de manera amplia la vida de muchas personas, con una serie de características y síntomas que generan problemas muy difíciles de manejar. 

En este caso, la persona presenta un miedo irracional y agudo a la burla de las personas que lo rodean. Es decir, miedo a que se rían de ellos. Este tipo de problemas se consideran una fobia cuando los síntomas son agudos y no se dan solo en una situación específica. 

Las personas que padecen este tipo de fobias pueden llegar a asumir actitudes de desconfianza y paranoia hacia los demás porque piensan que estos se pueden estar burlando o riéndose de ellos. 

Este tipo de trastorno está íntimamente relacionado con la fobia social, pero no es lo mismo. En la gelotofobia  la persona padece un temor agudo, ante una serie  amplia de situaciones de tipo social, donde esta puede quedarse paralizada si lo juzgan o si sienten vergüenza por algo, es decir, es un miedo determinado a ser blanco de burla. 

Generalmente, la persona que padece este tipo de trastorno evita a toda costa los encuentros o reuniones sociales y termina alistándose para no exponerse a su miedo. Por esta razón, los patrones de evitación están muy relacionados con este tipo de trastornos. 

La principal característica de este tipo de trastorno es el sufrimiento de la persona que lo padece, cuando los demás se ríen o se burlan de él, produciendo en él la imposibilidad de hacer una diferencia entre el humor sano y la crítica personal, tomándose las cosas literalmente siempre. 

Este tipo de fobia no aparece repentinamente, lo más común es que la persona con este tipo de trastorno haya pasado por experiencias y situaciones desagradables y molestas vinculadas a la burla. 

Estas situaciones desagradables posiblemente se presenten en el núcleo familiar o en la escuela, algunas personas se rieron y burlaron de él de manera directa, lo que les ocasionó una gran vergüenza y sufrimiento.  Cuando este tipo de situaciones le ocurren a una persona su autoestima se ve afectada de manera negativa y este interioriza que existe algo muy negativo con él, el cual justifica esta situación y trato de parte de los demás. 

Es importante destacar que una de las principales causas de este tipo de problemas proviene de la educación familiar, donde existe un entorno emocional y conductual disfuncional. Esto se refiere a la comunicación de los padres hacia el niño, haciendo mal uso de la ironía o el envío de mensajes ilógicos, absurdos e incoherentes, que crean un ambiente de mucha dificultad, con muchos problemas para entender aquello que es real y lo que no lo es. Y es esta la razón del porqué  la naturaleza delirante o paranoica de este tipo de fobia. 

Existen varios aspectos fundamentales a tomar en cuenta y trabajar para superar este tipo de fobia: 

• La persona que padece la gelotofobia debe desistir del comportamiento de evitación de todas aquellas situaciones que le provocan sentimientos de sufrimiento. Este debe enfrentar dichas situaciones y experiencias, para ello existen una serie de herramientas de carácter cognitivo conductual que un especialista le puede enseñar.
• Este debe ser capaz de establecer una relación y comunicación con los demás, aun cuando se presenten momentos o situaciones que generen malestar y mucho miedo a que este sea objeto de burla o risas. Se puede trabajar con herramientas como habilidades sociales y en las creencias disfuncionales.

Por otra parte, la persona deberá realizar un trabajo de autoconocimiento y aumento de la autoestima.  Esta debe aprender a ser más amable consigo misma, elevando sus cualidades positivas y fuertes y primordialmente aceptarse tal y como es. Otro aspecto importante es aprender y entender que no siempre la intención de las demás personas es hacerle daño, ni burlarse de él. 

Por último, es de suma importancia trabajar la espontaneidad, es decir, la persona deberá aprender a estar más relajada en situaciones sociales permitiéndose y aceptándose tal y como es y dejando toda aquella rigidez para disfrutar de la vida.