La 'checklist' en el amor: pensamientos fusionados vs. nuevas relaciones

Al momento de abrirnos a una nueva relación siempre surgen muchas expectativas y con razón, dado que entablar un vínculo requiere de mucho esfuerzo. En este artículo voy a tratar de explicar con la mayor claridad posible, el efecto que tienen en nosotros la fusión con nuestros pensamientos y los preconceptos a la hora de querer vincularnos afectivamente con una nueva pareja.

En primer lugar, me gustaría explicar qué es la fusión de pensamiento. Se entiende que ocurre cuando los pensamientos no se presentan como pensamientos sino como realidades absolutas, entonces pasan a ser exactamente lo mismo a lo que hacen referencia. Por este motivo, terminamos actuando literalmente según el contenido de lo que pensamos, sin darnos la mínima chance de dudar de ellos. Nos olvidamos que nuestro órgano verbal a veces “nos miente”, dado que crea pensamientos y nos convence de que ellos representan lo que está sucediendo en mi contexto.

En las nuevas relaciones, la fusión con nuestros pensamientos ataca con mucha prisa, hacemos una checklist sobre cómo debe comportarse nuestra persona de interés, y a la mínima diferencia con nuestro ideal, la descartamos. Listo, no cumplió con la checklist ni con el requisito. Y así vamos por la vida, descartando personas y sobre todo descartando oportunidades. Mejor dicho, EVITANDO oportunidades, por quedar fusionados con el pensamiento de cómo debería ser.

La resolución a esto, es complicada pero no imposible. Primero debemos entender algo, una pareja está formada por lo que cada miembro aporta desde sus historias personales en consonancia con lo que se va creando juntos, con la historia que se va construyendo. Esto quiere decir que existirán diferencias, y que estas diferencias nos van a generar malestar. Y por la simple característica de ser diferentes, habrá actitudes de nuestra pareja que nos van a molestar y nos van a molestar tanto que vamos a buscar controlar ese malestar, ya sea evitando o bien tratando de cambiarlo. ¿Pero a dónde nos va a llevar eso?

Pues tenemos dos opciones, o terminamos en una separación, con base en esta checklist de requisitos que no se cumplieron, o bien en un circuito de comportamientos que tienen por objetivo cambiar la conducta de mi pareja y que es muy probable que fracasen, y será ese fracaso lo que nos hará creer que somos aún más diferente con esta persona que creemos amar.

No desesperemos, hay soluciones, pero son más difíciles de realizar. No nos olvidemos que los humanos tenemos la tendencia de realizar lo que nos resulta más fácil hacer, aunque esa decisión sea beneficiosa solamente a corto plazo, y probablemente problemática a largo plazo.

Pienso que un punto clave para mantener cualquier vínculo, es enfocar nuestra atención en lo que si está en nuestro control, es decir nuestro propio comportamiento. Entender que la verdadera cuestión del asunto no es si es lógico o no que yo quiera que su comportamiento cambie, sino cuál es el costo que vamos a pagar por eso y si este costo de verdad nos traerá recompensa. Si me paso el total del tiempo de mi relación tratando de que mi pareja cambie comportamientos, seguramente terminaremos agotados y es más probable que nuestros esfuerzos porque el otro cambie sean en vano. 

Nuestro trabajo entonces será otro, consistirá en aceptar, en primera instancia que el comportamiento del otro tiene lógica según su propia historia de aprendizaje, y en segunda que lo que realmente debemos de observar es el “para que” de las conductas en la pareja, que es lo que queremos lograr con lo que hacemos. Esto nos servirá también para poder empezar a tener en cuenta que tal vez hay otros motivos, otras razones que no pudimos percibir en un principio.

Nos ayudará a defusionar, a tomar distancia de lo que pensamos, para poder ver que existen otras alternativas de pensamientos, a retirar el peso de la literalidad a mi pensamiento. Esto, aunque no parezca, es aliviiador. Y también nos brinda oportunidades para actuar diferente, actuar en compromiso a lo que valoramos en una pareja, pero no con base en esta check-list que nos sirve de escape. Porque si, todos sabemos que las parejas a veces nos hacen sufrir, pero yo pregunto, ¿y qué con eso? El sufrimiento es inherente a la vida, y pensar que siempre tenemos que estar libres de él es un capricho que las nuevas formas de socialización nos han vendido.

En resumen, no querer conocer nuevas parejas solo para ahorrarme el dolor de la decepción que esta me va a generar (fusión de pensamientos sobre el futuro) es un síntoma de la evitación experiencial en el que caemos con demasiada frecuencia. Poder identificar que me sucede, es uno de los primeros pasos para una vida más valiosa.