La condición de ser persona LGTBIQ+ es muy distinta en todo el mundo, su experiencia va a ser muy diferente si provienes de un país u otro, de una religión a otra e incluso de tu condición socioeconómica. Nadie ha escrito cómo debemos ser, pero se ha sentenciado, durante siglos, que somos una clase diferente a los demás.
Este tipo de situaciones se manifiesta en lo que se conoce como estrés de minorías. Aun sin ser exclusivo para población LGTBIQ+, incide de una manera particular. Por supuesto, al ser una comunidad con mucha diversidad, varía mucho de entre individuos.
El investigador Ian Meyer desarrolló el modelo de estrés de minorías, en el que explica la relación que hay entre una población minoritaria y las consecuencias negativas de pertenecer a este debido a los prejuicios. Esta actitud y valores perjudican la salud mental, aumenta el malestar psicológico y agravan los problemas que se estén dando.
El modelo describe una serie de factores generadores de estrés que son únicos a ellos, pues no afectan a la mayoría e incluso pueden ser ajenos a ella.
Se describe como un espectro desde lo más externo a lo más interno:
Estas cuatro, que se combinan entre sí en diferentes grados, son las que propician que se puedan desarrollar problemas psicológicos complejos e incluso potenciar aquellos que se sufren actualmente. Se debe entender que son producto de una sociedad que nunca se pensó o diseñó con el punto de vista de personas que se salen de la norma, que desafían tradiciones que incluso tampoco encajan con personas que sí entran en la norma.
Una forma de combatir esto es identificar que se está dando este efecto, conseguir ayuda especializada, y como comunidad, poder apoyarnos entre nosotros para conseguir que la condición LGTBIQ+ sea cada vez más normalizada, visible y desestigmatizada. Por suerte, estos últimos años estamos creciendo en derechos igualitarios. Cada vez se apoyan más estas causas y se crean mecanismos para mejorar. Incluso aunque aún quede mucho por hacer, cada vez está más claro que esta tarea tiene que ser una responsabilidad más, como sociedad, para evolucionar a un camino más cooperativo y justo.
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