Técnicas de resolución de conflictos

¿Cuántas veces te has sentido atrapado/a en una situación sin saber cómo resolverla? ¿Cuántas veces tus emociones han podido contigo delante de una situación de conflicto?¿Cuántas veces has vivido un conflicto vinculado únicamente a emociones desagradables?  Cualquier situación donde discrepemos, donde no estemos de acuerdo, donde las cosas se vean diferentes que otra persona o con nosotros mismos incluso se considera conflicto.  Acostumbramos a vincular el conflicto a algo negativo, pero no siempre tiene que implicar eso. El conflicto es algo que nos acompaña históricamente. Todos somos diferentes y, por lo tanto, vamos a pensar y sentir de forma diferente. 

El conflicto es una oportunidad para evolucionar, que nos permite crecer por el aprendizaje, por los retos a los que nos enfrentamos, las habilidades que desarrollamos por la resolución del mismo, etc. Si bien es cierto que no debemos perder de vista todas esas ventajas que existen detrás de un conflicto, en muchas ocasiones, nos molestan y nos afectan más de lo que estamos preparados para soportar y/o tolerar. Pero, ¿Por qué? El conflicto pone en juego nuestras emociones; las activa. ¿Y qué pasa si no nos han enseñado a comunicarnos o no sabemos gestionar nuestras emociones? El problema no es el conflicto sino cómo lo llevamos y qué herramientas tenemos para gestionarlo. 

Normalmente las personas enfrentamos el conflicto de varias maneras, pero las más predominantes son: evitándolo o confrontándolo. Lo que nos hace falta es HABLAR y eso es muchas veces lo que no hacemos. La comunicación es lo que permite al conflicto transformarse en algo enriquecedor. Hablar nos permite entendernos y también negociar y pactar de manera que todos ganemos; buscar una solución conjunta. Puedes proponer, puedes intentar convencer, pero nunca vencer. La gestión emocional en los conflictos es imprescindible. ¿Qué me está generando esto? Habilidades comunicativas como la empatía también son básicas. 

Te propongo que, de ahora en adelante, ante un conflicto coloques la atención en ti mismo/a; en qué te hace sentir eso, qué te está provocando a nivel emocional, qué habilidades comunicativas estás poniendo en marcha y qué estás haciendo tú para lograr ese ganar – ganar.