El miedo al quirófano depende en algunos casos de la cantidad o experiencias quirúrgicas vividas en el pasado, del historial médico y de las características específicas de la situación
El miedo al quirófano depende en algunos casos de la cantidad o experiencias quirúrgicas vividas en el pasado, del historial médico y de las características específicas de la situación. Sin embargo, es usual que el paciente tenga miedos basados en las dudas y el desconocimiento produciendo como respuesta usual angustia. Sin importar que sea un evento planificado o algo imprevisto, hay personas que sienten intranquilidad, pánico, falta de apetito, problemas para dormir e incluso una mala recuperación. La sensación de miedo, llamada tomofobia, genera una respuesta de estrés y ansiedad considerables, incluso sólo de pensar en la posibilidad de someterse a una operación.
Como toda fobia, el síntoma principal de la tomofobia es el temor agudo al objeto de la fobia, en este caso es el quirófano. Adicionalmente, surgen síntomas físicos y cognitivos. Por una parte, hiperactivación, vómitos, mareo, sudoración, vértigo, sensación de ahogo, entre otros. Por otro lado, se manifiestan ideas y pensamientos negativos sobre la intervención quirúrgica.
La conducta de la persona suele caracterizarse por evitar someterse a la intervención médica, o bien, evita hablar de ella, ver escenas de ficción sobre ella o, simplemente, escuchar relatos referentes a ella, pudiendo poner en peligro su vida o agravar su estado de salud.
¿Cómo se maneja el miedo al quirófano?
Como se ha indicado, es frecuente que los pacientes tengan miedo al quirófano. Se considera una situación de verdadera amenaza que puede traer como consecuencia una respuesta de estrés para asumirla. En un contexto normal, en donde la persona tiene miedo racional al quirófano, será suficiente con seguir unas acciones básicas para manejar la situación de la mejor forma:
Saber quién conforma el equipo médico, con quién se va a estar y contactarlos aunque sea un breve momento será suficiente para generar confianza y, con ello, mayor tranquilidad.
Buscar una segunda opinión o solicitar más información. De tener dudas sobre el procedimiento, los peligros o la recuperación, es recomendable consultar al equipo médico hasta que logren resolver las dudas. Pero si siguen las dudas, siempre es tranquilizante pedir una segunda opinión.
Al asistir a la consulta médica acompañado de un familiar o persona cercana, se puede minimizar un poco la ansiedad y el medio.
Si se tiene la oportunidad de elegir el momento de la intervención quirúrgica, es válido hacerlo cuando la persona efectivamente se sienta preparada para enfrentarla.
¿Qué es la psicoprofilaxis quirúrgica?
Los equipos médicos, han desarrollado la ayuda psicoprofiláctico para apoyar a todas las personas que padecen miedo al quirófano y deben someterse a una intervención. Esta ayuda se fundamenta en un equipo interdisciplinario, en el que expertos en el área de la psicología y cirugía participan en paralelo para proporcionar a la persona los recursos para reducir la ansiedad y el miedo.
La psicoprofilaxis quirúrgica por lo general, se compone de tres fases:
1. Prequirúrgica: El primer aspecto que se trabaja son las emociones que caracterizan a la intervención. Es decir, se intenta disminuir los miedos, las ideas relacionadas a la muerte y el dolor. En esta etapa es fundamental que el paciente manifieste todas sus dudas y preocupaciones para reducir significativamente la incertidumbre.
2. Intraguirúrgica. En esta etapa, el equipo de especialistas ofrece ayuda emocional y más información al paciente en el tiempo que envuelve a la intervención, especialmente en el momento de la anestesia. La tranquilidad que ofrece esta fase contribuye a disminuir el miedo y hace que la persona entre a quirófano con niveles de ansiedad más bajos. De igual manera, el momento de despertar es importante ya que el equipo de especialistas le apoyaran a conocer mejor todo lo que ocurre: resultados no favorables, posibles cambios en el cuerpo, reacciones, entre otros.
3. Postquirúrgica. En este instante se mediará con el dolor y posibles malestares, así como los preparativos para la rehabilitación o recuperación. En esta fase, además de apoyar considerablemente a las personas con miedo al quirófano en una situación crítica para su vida, se ha demostrado en varios estudios que reduce el uso de analgésicos durante y después de la intervención quirúrgica. En conclusión, tener miedo ante una este escenario es completamente normal, así como solicitar apoyo para superarla de la mejor manera.
Queremos ayudarte a superar tus temores, fobias y la ansiedad que te generan. Si nos aportas más información sobre tu
situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación: