Algunos gobiernos están flexibilizando el confinamiento al entrar en una nueva fase la pandemia. Quizá pueda ser una oportunidad mundial para tomar conciencia y reestructurar la forma de abordar el mundo, construyendo un nuevo sistema de valores. Esto implica nuevos cambios en las vidas de las personas. Hay quienes abrigan emociones de miedo y de incertidumbre y hay quienes se muestran esperanzados y optimistas.
¿Qué hace que las personas enfrenten la nueva realidad de manera diferente? Ello va a depender de la propia historia personal, la personalidad, la manera de enfocar las vivencias e incorporación de nuevas experiencias así como de la capacidad de resistir y rehacerse ante las adversidades. Ciertamente, no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, pero sí podemos controlarnos a nosotros mismos y lo que estamos pensando. El ser humano tiene la habilidad de pensar, de sentir y de actuar. Existe una relación entre lo que pensamos, lo que sentimos y lo que hacemos.
Si asumimos el control de nuestros pensamientos, eso va a influir en nuestra emocionalidad. Por ejemplo, no es lo mismo pensar que se está “encerrado” que pensar que se está protegido, lo primero implica sentirse “como preso” lo segundo como resguardado. Para afrontar la nueva realidad es importante pensar y hablar “de lo que puedo hacer” en lugar de lo que “no puedo hacer”. Quizá también sea el momento de revisar nuestra forma de pensar, percibir lo que pasa fuera y dentro de nosotros mismos, evaluar nuestros sentimientos y nuestras acciones para mejorar. Algunas recomendaciones para lograrlo:
Esto dará fuerza para seguir adelante y salir fortalecidos ante la crisis vivida, hacerse resilientes y darse cuenta de las oportunidades. Con nuestro poder personal, logramos desarrollar nuestra potencialidad. Te invito a reflexionar sobre esta temática, si sientes dificultad, no dudes en buscar ayuda profesional. Cuentas con la app Psonríe.
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