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Las adicciones representan desórdenes físicos y psicológicos que tienen un impacto devastador en la vida de aquellos que las sufren. Sin embargo, es crucial entender que no son solo problemas individuales, ya que también afectan de manera significativa a los familiares y seres queridos que rodean a la persona adicta.
A pesar de los efectos negativos que los trastornos adictivos tienen en quienes están cerca de la persona afectada, estas personas también pueden desempeñar un papel positivo en el proceso de tratamiento y recuperación. Convivir con alguien que lucha contra la adicción al alcohol, las drogas o el juego suele ser una experiencia complicada, a menudo traumática. Estos problemas adictivos desestabilizan la paz y el orden familiar, y pueden afectar las relaciones de pareja y la convivencia en general.
Una parte del dolor que experimentan los familiares se origina en la desesperación y la sensación de impotencia. Muchas veces, se encuentran perdidos ante un comportamiento adictivo que, con el tiempo, tiende a empeorar sin control.
Es fundamental reconocer el valor del apoyo de los familiares en los casos de adicción, ya que brindar su ayuda conlleva una serie de beneficios significativos. La simple presencia de los seres queridos en sí misma puede tener un efecto terapéutico en la persona adicta. El respaldo emocional, la comprensión y el amor incondicional provenientes de la familia pueden ser poderosos motivadores para el cambio y la recuperación.
Además, los familiares desempeñan un papel crucial al buscar información, educarse sobre la adición y participar en programas de apoyo. A través de la adquisición de conocimientos y habilidades, pueden comprender mejor la naturaleza de la adicción, aprender estrategias de afrontamiento saludables y proporcionar un entorno de apoyo estable y seguro para la persona en recuperación.
La comunicación abierta y el establecimiento de límites sanos también son aspectos fundamentales en el apoyo familiar. Es importante expresar las preocupaciones y sentimientos de manera asertiva, sin juzgar ni culpar, fomentando así un ambiente de confianza y compasión. Al mismo tiempo, establecer límites claros y firmes ayuda a proteger a la persona adicta de comportamientos dañinos y a promover su responsabilidad y autonomía.
En resumen, el apoyo de los familiares desempeña un papel esencial en el proceso de recuperación de las adicciones. Su presencia, comprensión y participación activa pueden marcar la diferencia en la vida de la persona afectada. A través del amor, la educación, el establecimiento de límites y la búsqueda de recursos de apoyo, los familiares pueden brindar un entorno propicio para la superación de la adicción y el inicio de una vida más saludable y equilibrada.
Existen diversas formas en las que la familia de una persona con adicciones puede contribuir al tratamiento y acelerar el proceso de recuperación y desintoxicación. A continuación, presentamos algunas de las estrategias más comunes:
Reconoce que el adicto está enfrentando una enfermedad y necesita tratamiento médico, de la misma manera que se aborda cualquier otra enfermedad. Las palabras y los reproches no son efectivos y, aunque pueden brindar un alivio momentáneo, no producen resultados duraderos.
Busca ayuda tanto para la persona adicta como para ti, tu pareja o tu familia. No intentes enfrentar este problema solo. Es fundamental contar con atención profesional y la experiencia de quienes saben qué pasos seguir en el proceso de recuperación.
Apoya y ayuda a la persona adicta a dar el primer paso hacia el tratamiento. A menudo, el adicto se encuentra atrapado en el sufrimiento, pero puede resistirse a buscar ayuda debido al miedo y al autoengaño. Es probable que se muestre renuente a participar en terapias, por lo que tu apoyo y acompañamiento son esenciales.
Practica el enfoque del "amor duro". No le brindes opciones ni lo rescates de los problemas que pueda enfrentar debido a su adicción. A veces, tocar fondo es la única forma en que el adicto decide buscar ayuda. Ante los abusos, es importante responder con determinación. Adoptar una postura firme puede ser un detonante para su recuperación. Medidas como cortar el apoyo económico o pedirle que abandone el hogar son ejemplos de "amor duro". Estas acciones, aunque parezcan severas, forman parte de la solución.
Confía en los profesionales. Conseguir que la persona adicta ingrese a un centro de rehabilitación puede ser una tarea difícil, pero una vez que haya dado ese paso, se habrá avanzado mucho. Cuando el paciente se encuentre en la clínica, confía en las prácticas adecuadas de los profesionales y permite que te guíen. Enfocarse en el bienestar del adicto y su familia es una prioridad en estos centros.
Evita basar tu apoyo en la moralización. El apoyo que brindes debe ser desinteresado, sin juzgar ni aumentar el sentimiento de culpa de la persona adicta en su vida diaria. Es importante comprender que la adicción va más allá de la fuerza de voluntad y que aumentar la culpa puede llevar a la persona a autosabotearse y a sumergirse aún más en su adicción. Ofrecer un apoyo sincero y sin reproches ayudará a que la persona supere su adicción más rápidamente y sienta el respaldo de su familia, sin importar lo que suceda.
Anímalo a continuar con la terapia. Otro consejo para la familia es motivar y respaldar a la persona adicta para que siga asistiendo a las sesiones de terapia y siga las pautas indicadas por los terapeutas. Brindar apoyo emocional y motivación en momentos difíciles es esencial, especialmente cuando la persona se sienta desanimada o sin fuerzas.
Facilita un espacio para que la persona pueda expresarse. Es importante crear un ambiente seguro en el hogar donde la persona con adicciones pueda compartir sus preocupaciones y sentimientos. Brindar apoyo emocional y escuchar activamente todo lo que tenga que decir es uno de los mejores respaldos que podemos ofrecer.
Reconoce y valora los progresos que la persona realiza durante el tratamiento. Alentar y elogiar los avances que logra en su proceso de recuperación brinda un fuerte respaldo y sirve como estímulo para seguir adelante y no defraudar a sus seres queridos. Comentar los progresos tanto frente a la persona como ante otras personas ayuda significativamente a que sienta que su esfuerzo es reconocido por su entorno.
Ayuda a fomentar relaciones sociales saludables. Durante el tratamiento de la adicción, es crucial establecer nuevas relaciones sociales que sean positivas y alejarse de aquellas que contribuyeron a la adicción. La familia puede desempeñar un papel importante al promover y respaldar la creación de vínculos saludables que no estén relacionados con el consumo anterior ni con otras adicciones.
Infórmate sobre la adicción. Obtener conocimiento acerca de la naturaleza de la adicción que enfrenta nuestro ser querido nos permitirá brindar el apoyo adecuado en todo momento. Además, aprenderemos a ofrecer un respaldo individualizado teniendo en cuenta sus características personales, su personalidad y su temperamento.
Mantén un equilibrio entre el cariño y la firmeza. Los expertos en adicciones coinciden en que el apoyo a las personas en proceso de recuperación debe ser amoroso y atento, pero también firme al establecer límites claros. Esto implica que si la persona vive con nosotros, deberá cumplir con las normas de convivencia de la familia, como horarios, limpieza y reglas de comportamiento.
No cedas sistemáticamente a sus demandas. Las personas con adicciones a menudo son hábiles para engañar o manipular a sus seres queridos. Por lo tanto, nunca debemos acceder de manera automática a sus peticiones de dinero o a cualquier solicitud relacionada con la sustancia adictiva que necesitan consumir.
Enfrenta la negación juntos. Al inicio de la adicción, es probable que la persona niegue tener un problema. En estos casos, es importante que toda la familia se una para ayudar a esa persona a reconocer la realidad y el problema que está enfrentando.
Aleja a la persona de su entorno tóxico. Como mencionamos anteriormente, es crucial cambiar el entorno en el que la persona desarrolló su hábito adictivo lo antes posible, y proporcionarle un entorno saludable y libre de adicciones. Ingresar a un centro de desintoxicación puede ser una de las mejores formas de alejar a la persona de su entorno nocivo y brindarle el apoyo y tratamiento adecuados.
Recuerda que cada situación es única y puede requerir enfoques personalizados. Buscar orientación profesional y apoyo de especialistas en adicciones también es crucial para garantizar el bienestar y la efectividad del tratamiento. Al seguir estas recomendaciones, la familia puede desempeñar un papel fundamental.
Queremos ayudarte a superar tus conductas adictivas. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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