¿Cómo influyen nuestras expectativas en el rendimiento escolar de los niños?

Comienza un nuevo año escolar y una de las preocupaciones de padres y maestros es el rendimiento escolar de los niños. Se planifica con mucho esmero el año escolar, y los niños son supervisados y estimulados a lo largo del mismo. Para el éxito escolar son muchas los factores a tomar en cuenta. En esta oportunidad abordaremos la influencia de las expectativas de maestros, padres o cualquier otro adulto significativo, sobre la capacidad del niño y su efecto sobre el rendimiento escolar.

En psicología y pedagogía se denomina Efecto Pigmalión - o profecía auto cumplida- a la influencia potencial que las creencias de los demás pueden tener sobre la realidad o rendimiento de un individuo. Es decir, las expectativas que padres y maestros tienen sobre la capacidad del niño influye en el éxito o fracaso escolar. Si una persona tiene una expectativa sobre otra, con el tiempo esta persona tenderá a actuar de manera que dicha expectativa se vuelva cierta.

El Efecto Pigmalión es positivo cuando las creencias ajenas aumentan la confianza y autoestima del niño, y es negativo cuando las expectativas ajenas reducen el nivel de autoestima del niño; esto incidirá en el rendimiento escolar. El efecto negativo también se denomina Efecto Golem.

Las creencias de los padres y maestros influyen en sus acciones sobre los niños. El trato será sutilmente diferente según las creencias que tengan de la capacidad del niño. El trato que recibe el niño influye en la creencia que éste tenga de sí mismo y esto va a influir en su propia actuación, que reafirmará las creencias de los demás.

Las expectativas de padres y maestros también influyen en otras habilidades y valores. Por ejemplo, creer o no que el niño es responsable, hará que el niño actúe o no con responsabilidad.

Es importante tomar en cuenta que la influencia de las expectativas es mayor cuanto más pequeño es el niño y se transmite el trato o actitud hacia el niño más que lo que se dice verbalmente. Hay que tener cuidado de no colocar en los niños expectativas personales no cumplidas. Asimismo debemos basarnos en logros objetivos, realistas y factibles de alcanzar.

Es importante buscar asesoría psicológica si se sospecha o considera que se está actuando erróneamente para solucionar la problemática. Vale la pena el esfuerzo por el futuro de los niños.