La condición narcisista en algunas ocasiones simboliza para quienes la sufren directamente una verdadera pesadilla. Es muy complejo convivir con esa singularidad que caracteriza a este tipo de personas. El narcisista exagera su ego hasta el grado de ser superior. Pero simultáneamente son débiles y delicados como un bebé. Bajo esta apariencia superlativa sólo se esconden sentimientos de inferioridad e inseguridades.
Quien mantiene una actitud narcisista depende considerablemente de la opinión de los demás. Llega a sentirse bien solamente si recibe expresiones de admiración, devoción y aceptación. Sin embargo, cuando reciben alguna crítica rápidamente se desmoronan. Pueden reaccionar teniendo una explosión de furia y siendo violentos con otros, hasta padecer una implosión de esa furia comportándose de forma desconsolada y drásticamente callados.
Estas actitudes frecuentemente pueden ir acompañadas por un gran individualismo, debido a que el narcisista asume que todo ocurre alrededor de él. Tienen dificultad para desarrollar una empatía genuina, aunque no siempre son apáticos. Sencillamente asumen que todo lo suyo es lo mejor e importante; además, no consiguen compararse con los demás. La gran pregunta es: ¿cómo convivir con este tipo de personas?. A continuación os damos algunas sugerencias:
Jamás olvides esa característica. Si alguna persona mantiene una actitud narcisista es porque pretende suministrarse un atributo que internamente considera o tiene miedo de no tenerlo. Así, presenta un mecanismo de compensación. Sus provocaciones o fanfarronadas expresan un conflicto sin resolver con el mismo.
Por tal razón, son personas muy sensibles e intolerantes a la crítica y a la indiferencia. Es recomendable tener mucha tolerancia al tratar con personas narcisistas. Fácilmente, lograrás lastimarlos porque solamente les gusta recibir aclamaciones, pero solo debes dárselas si se las gana.
Si existen críticas deben ser expresadas con sutileza y franqueza. Es necesario hacerle sentir que se cuestionan sus acciones y no existe nada contra él. No obstante, una persona con actitud narcisista sufre mucho, aunque no lo demuestra. Es factible que con anterioridad tenga traumas que está tratando de sobrellevar desde el punto de vista psicológico.
Habitualmente, quien tiene una actitud narcisista también puede ser un hábil manipulador. De alguna manera intentará que pienses como él pretende y que expreses lo que quiere escuchar, convirtiéndote en un soporte para su forma de vivir. Pretenderá que veas en él lo magnífico que él se ve en sí mismo.
Adicionalmente, el narcisista también rechaza las características y atributos de las personas que conforman su entorno, manteniéndose así su ilusión de superioridad. Es normal que busque la manera de minimizar y descalificar el logro obtenido por otros. Siendo importante, hacerles ver cómo hace sentir a los demás con esa actitud (empatía).
La persona con actitud narcisista requiere quererse, creer más en sí misma y tener amor propio. Pero si por el contrario, las personas de su entorno contribuyen a mantener su ego y se dejan manipular su actitud estará más fortalecida.
Una persona con actitud narcisista necesita ejercitar su humildad. En ocasiones pequeñas actividades cotidianas ayudan, como por ejemplo: dejar pasar a otro primero o soportar una larga fila. Adicionalmente, es necesario ayudarle a entender la importancia de confiar, delegar y asumir con respeto y alegría los logros de otras personas.
Estas personas necesitan entender el alcance efectivo de sus virtudes y propios logros, a través del respeto y la paciencia se podría apoyar a que la persona tenga una autoestima alta y se quiera más, así como a que piense que tiene metas reales pero sin ser superiores a las de los demás. Además, se le puede enseñar a que se pueden tener fracasos y errores sin que eso signifique ser inferior a otras personas.
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