La comunicación es un proceso mediante el cual se transmite información entre un emisor y un receptor. Cuando nos comunicamos podemos hacerlo de diferentes maneras, depende del estilo de comunicación que se emplee, se despliegan una serie de reacciones y expectativas en la interacción. Estos estilos son el pasivo, agresivo y asertivo.
Siguiendo esta línea, Lesmes, (2020) expone que la comunicación pasiva es aquella donde el emisor no expone de manera clara sus ideas, creencias y/o principios, ya sea, por no llamar la atención, por no entrar en conflicto, o por inseguridad. Se usa un tono de voz bajo. Por otro lado, la comunicación agresiva, es aquella donde se toma una postura narcisista, de prepotencia, donde solo se suele dar importancia a lo que está emitiendo el emisor y se ignoran los puntos de vista, o ideas del receptor. Se una un tono de voz alto. Respecto a la comunicación asertiva, es aquella donde el receptor expone sus ideas y argumentos, donde se habla con seguridad, pero así mismo, se respeta la postura del receptor. Es una comunicación directa, franca, respetuosa y adecuada.
Así pues, es importante identificar qué tipo de comunicación empleamos en nuestra vida cotidiana, para esto, podemos hacer una reflexión sobre las siguientes preguntas.
¿Es fácil para mí pedir lo que necesito? ¿Suelo comunicar de forma sincera lo que siento y lo que pienso? ¿Afronto conversaciones difíciles? ¿Siento seguridad al expresar mis ideas, pensamientos y/o emociones? ¿Respeto las ideas y necesidades de los demás? ¿En momentos difíciles regulo mis emociones para comunicar? Si respondimos que no a alguna de las preguntas, puede que no empleemos un estilo de comunicación asertiva, sin embargo, es algo que se puede trabajar día a día.
Algunas de las pautas para mejorar la comunicación son:
A manera de cierre, lo anterior mencionado, puede ayudarnos a mejorar la manera en la que nos comunicamos en los diferentes contextos en los que nos desarrollamos. Esta es una competencia, que nos permite entablar el diálogo y la negociación, además, de permitirnos expresar de manera libre y respetuosa nuestro punto de vista, así como, escuchar el de los demás. Puede ayudarnos a resolver conflictos o evitarlos, también, puede ser útil para ayudarnos a recocer y fijar límites. Por ello, es importante ser conscientes de como estamos comunicando, para poder trabajar y/o reforzar en los puntos que creamos necesarios.
Referencias
Lesmes, A.; Barrientos, E.; Cordero, M. (2020). Comunicación asertiva, ¿estrategia de competitividad empresarial? Aibi revista de investigación, administración e ingeniería. 8 (1) 147- 153
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