La inteligencia emocional es un término que se ha empleado para definir la capacidad de reconocer, regular e interpretar las emociones de uno mismo y de los demás, pero ¿Por qué es importante y por qué nos permite desempeñarnos de manera eficaz en las diferentes áreas de nuestra vida?
Goleman (1998) habla sobre los cinco componentes de la inteligencia emocional, que permiten a los individuos percibir e interpretar las emociones.
Autoconocimiento
Hace referencia a la habilidad de conocernos a nosotros mismos. Tener conciencia plena de lo que somos, de nuestras emociones, valores, fortalezas y debilidades, y como todo esto influyen en nuestra vida y en la de los demás. El autoconocimiento nos permite fortalecer la autoestima, el autoconcepto y la autoeficacia.
Autorregulación
Es el proceso mediante el cual se modulan las emociones y se modifica la conducta para alcanzar metas, adaptarse al contexto o promover el bienestar tanto individual, como social. Regular las emociones implica observar la emoción, identificarla y actuar en consecuencia de ella, de manera adaptativa. Por ejemplo, podemos preguntarnos ¿Qué desencadeno la emoción? ¿Qué es lo que siento? ¿Cómo puedo manejarlo de manera efectiva? De esta manera, somos conscientes de la emoción y damos el espacio pertinente para entenderla y responder ante ella.
Motivación
Es el proceso mediante el cual se activa y dirige la conducta de un individuo, hacia un logro o meta establecida. La motivación nos permite fijar objetivos, establecer compromisos y generar iniciativa.
Empatía
Es la habilidad mediante la cual reconocemos las emociones de los demás y conectamos con sus necesidades. Esto permite que los individuos se sientan comprendidos y respetados. Para mejorar la empatía, es necesario trabajar en el autoconocimiento, la escucha activa y la comunicación asertiva.
Habilidades sociales
Es un grupo de destrezas interpersonales que permiten la interacción con los individuos de forma adecuada. Propician la comunicación, el liderazgo, la resolución de conflictos, la cooperación, interacción e influencia.
Se infiere que, la inteligencia emocional es un conjunto de habilidades intrapersonales e interpersonales que podemos emplear en diferentes contextos, son de gran ayuda para fortalecer y/o crear vínculos. Así mismo, podemos desarrollarlas en el curso del tiempo, reforzándolas a través de diferentes ejercicios.
En definitiva, la inteligencia emocional es un medio para la resolución de conflictos, para comunicar de forma asertiva, para entablar el diálogo, para reconocer las emociones y no actuar impulsivamente, para conocernos genuinamente y actuar en concordancia a ello y para generar un ambiente cálido en los contextos en los que nos desarrollamos. Es por esto que, contar con inteligencia emocional nos permite vivir plenamente, establecer vínculos sanos y contar con más probabilidades de alcanzar el éxito y la autorrealización.
Referencias
Goleman, D.; Markman, HA. McKee, A.; et al. (2021). Inteligencia Emocional: Cómo las emociones intervienen en nuestra vida personal y profesional. Reverte-Management.
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