La adolescencia es la etapa de las personas que va desde los 11 años hasta el comienzo de los 20 aproximadamente, donde ocurren un gran número de cambios biológicos, psicológicos y sociales.
En algunos casos los jóvenes en esta etapa comienzan a presentar conductas antisociales complicadas, problemáticas y negativas de sus emociones, que van asociadas a reacciones temperamentales muy difíciles que los llevan a infringir las normas sociales y a la violación de los derechos personales de los demás. Estas conductas incluyen hurtos, mentiras, vandalismo, ausentismo escolar, fuga de sus hogares, el tráfico de drogas, la violencia filio.parental, el abuso sexual y el maltrato a su pareja.
Este tipo de conductas pueden aparecer durante la infancia donde se comienzan a observar los actos que se registran como complicados y deben ser atendidos por la familia y escuela para que desaparezcan ya que el inicio de estos patrones agresivos durante la infancia, marca el camino de una conducta antisocial grave durante la adolescencia.
Generalmente, si un niño crece en un entorno repleto de factores negativos, su conducta será antisocial de manera intensa y grave. Algunos afirman que el sistema familiar y los métodos educativos son la principal fuente de origen de la conducta de un adolescente.
Cuando un adolescentes presenta este tipo de conductas, son muy difíciles de corregir, más bien el comportamiento se hace persistente y los lleva a cometer delitos cada vez con mayor intensidad.
Si un niño crece en un ambiente familiar conflictivo, sin comunicación efectiva entre sus miembros, sin disciplina, tiene un alto riesgo de ser un antisocial o de presentar conductas problemáticas. Es el núcleo familiar el hogar donde se fomentan y producen los valores importantes para cualquier ser humano.
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