Crometofobia: la fobia o aversión a todo lo relacionado con el dinero

¿Qué es crometofobia?

Se le da el nombre de crometofobia a la aversión al dinero, se trata de un tipo de fobia que no ha recibido aún la debida atención en la literatura científica, es por este motivo, que no se cuenta con mucha información que nos ofrezcan un respaldo científico detallado. Esto debido a que tal vez no sea una fobia muy común.

Otro inconveniente que se presenta con la crometofobia la encontramos en su propia definición, buscando cuál es su verdadero significado, encontramos que esta se refiere a dos aspectos primordiales que son:  

• El miedo a poseer dinero, específicamente al dinero físico.
• El miedo a quedarnos sin dinero o perderlo, específicamente miedo a quedarnos sin dinero.

Se pueden hacer referencias con respecto a la crometofobia, como el temor a la ejecución de transacciones de dinero, pero más bien se hace énfasis a la pérdida o ganancia del dinero en sí, y esta situación puede adaptarse a las dos opciones antes descritas.

La crometofobia puede presentar distintos matices, unos le temen al fracaso monetario de sus finanzas y las consecuencias que pueda acarrear, otros tienen miedo a que el dinero tenga poder de corrupción sobre ellos, en cualquier caso, nos hemos dejado secuestrar por el dinero. Los inversionistas son personas con un elevado riesgo de padecer esta fobia, para los que trabajan con dinero y manipulan montos altos, puede hacerse difícil lograr establecer un distanciamiento emocional por las ganancias monetarias.

La crometofobia también es conocida como la enfermedad de no querer gastar dinero. La pregunta ha sido, si realmente la crometofobia es un trastorno, de las organizaciones de la salud existentes, que recogen datos de un grupo de trastornos denominados fobias específicas, se plantea que para que la crometofobia se pueda considerar un trastorno específico, debe cumplir con varios criterios.

Podemos encontrar personas angustiadas por su situación económica o preocupadas por llevar dinero consigo, y por esto, se puede hacer complicado definir los criterios de evaluación para diagnosticar a una persona con una fobia específica. Aun así, se trata a la crometofobia desde criterios y definiciones para fobia específica en la clasificación de trastornos mentales DSM-5. Teniendo en cuenta, que hemos ya acotado que de esta fobia no existe una literatura determinada.

Para definir y explicar la evolución de la crometofobia y conservación de las fobias específicas, se proponen distintas teorías, entre estas teorías tenemos la teoría biológica. Esta teoría biológica se enfoca en la adquisición evolutiva de las fobias o a la adquisición genética. Esta fobia puede ser aprendida por observación, al observar a otras personas que padecen de miedo al dinero, nos referimos a personas allegadas como un familiar, a esto se le conoce como nombre de condicionamiento vicario.

Cabe la posibilidad de que existan creencias irracionales o pensamientos que influyen en una persona, haciendo que alimente, mantenga o adquiera miedo al dinero. Por otra parte, las teorías de condicionamiento indican que la crometofobia se hace presente como consecuencia de la unión entre un estímulo aversivo y el dinero. 

Cuando ya se ha adquirido el miedo al dinero, se trata de evitar situaciones que nos hagan ir al dinero, es decir, no llevar dinero encima. Esta situación producirá una sensación de alivio a los síntomas de miedo y ansiedad, reforzando nuestro comportamiento evitativo. También se indica, que se han presentado teorías biopsicosociales, las cuales integran y conforman los conocimientos del área social, biológica y psicológica.

Para lograr determinar si una persona padece de crometofobia, tal como mencionamos anteriormente, deben presentar diversas características, estos síntomas son mencionados en 3 grupos:

• Nivel cognitivo: se presentan ideas irracionales y creencias negativas, estas con referencia a la presencia de un estímulo de temor o de la propia capacidad de afrontar los hechos.
• Nivel conductual: la persona trata de resistir aunque le ocasione malestar o evitando el estímulo fóbico.
• Nivel fisiológico: en este grupo se presentan síntomas como aumento de la presión arterial, taquicardia, náuseas o sudoración como consecuencia de la anticipación que padece.