Algunas personas toman venganza pues esto les produce una sensación de serenidad una vez que se han cobrado las cuentas pendientes que se tenían con algo o con una persona.
Generalmente, el deseo de venganza surgen de el transito de haber pasado a través de una humillación o perjuicio muy relevante. Pero este sentimiento no es una sensación sana o positiva. De hecho, lo que hacemos es entrar en una espiral destructiva que nos hace mucho más daño.
Es un conjunto de conductas y acciones con el propósito de perjudicar o dañar a una persona o colectivo que es distinguido como culpable o responsable de causar un daño a otros o sobre la personas con deseos de venganza.
En conclusión, es una forma de coordinar conductas relacionadas con agresiones. n ocasiones la persona con deseo de venganza, no se enfrenta directamente a la persona que lo perjudicó, sino que emplea tácticas a mediano o largo plazo que le dan una mayor posibilidad de causar el daño que se desea.
Las personas que presentan comportamientos de venganza son aquellos con personalidades relacionadas con el sadismo, pues este tipo de ´personas disfrutan con el sufrimiento de otro.
Las personas siempre han sido educadas bajo el precepto que las acciones positivas tienen consecuencias positivas y las acciones negativas tienen consecuencias negativas. Antes esta creencia, no siempre funciona así. El deseo de justicia aparece en la mente de las personas vinculada al hecho de tener una mejor sociedad y de que todas las personas tienen el mismo derecho.
Sin embargo, La venganza está muy alejada del hecho que debemos hacer un mundo mejor, sino más bien de un sentimiento más irracional.. Es decir, está conectado directamente con el odio y el resentimiento
Los deseos de venganza se pueden transformar en una suerte de conflictos que hacen los problemas más grandes de lo que ya son.
Luego de alcanzar la venganza la persona prueba una sensación de alivio beneficioso por el daño que le causó a la otra persona, pero continuar con esta fuerza dejarse llevar por esta energía de motivación puede causarle mucho daño. A continuación tenemos algunos de esos motivos.
El límite en la venganza lo pone la misma persona. Por ello, es fácil llevar las cosas muy lejos cuando se trata de dañar a alguien, pues fundamentar las razones van apareciendo a medida que se superan las diferentes fases de venganza, hasta llegar al punto de perder el control y el dolor producido llega a su máxima expresión.
Las personas invierten demasiado tiempo y esfuerzo en llevar a cabo una venganza. Generalmente, cuando miran hacia atrás se percatan que fue una pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos. Los invade un sentimiento de vacío, pues no obtuvieron ningún beneficio de la venganza
Generalmente, las personas olvidan cuál fue la principal razón que los llevó a vengarse y que ya no saben cómo detener el proceso. Entonces una acción que debió generar emociones liberadoras se convierten en una esclavitud que exigen cada vez más esfuerzo y tiempo.
Delante de un deseo de venganza se debe hacer los siguiente:
1.- Encontrar distracciones que ayudan a olvidarnos de los deseos de venganza que aparecen una y otra vez en nuestra mente.Realizando cambios de hábito, mantener la mente ocupada rompe con el proceso de pensar en lo mismo todo el tiempo.
2.- En segundo lugar puede llevar a cabo una venganza benigna o leve. es decir la que cause el menor daño.
En cualquiera de los dos casos dependerá de los valores y la filosofía de vida de cada persona.
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