La ausencia mental y la laguna temporal son dos tipos de alteraciones de atención que pueden conducirnos a estados de confusión. No es un tipo de amnesia, ya que la persona sabe lo que estaba haciendo, simplemente no tiene su atención en lo que hacía. Estos dos casos son muy parecidos pero no se deben confundir.
En general se entiende por atención a la capacidad que permite a una persona ser capaz de elegir, indicar, focalizar y desenfocar los recursos cognitivos propios para permitir alcanzar información acerca del entorno y nuestro comportamiento o conducta, de tal forma que podamos adaptarnos al medio.
Además la atención nos permite depurar los estímulos que percibimos y centrarnos en los aspectos más importantes, eludiendo las distracciones y evitando la utilización de los recursos mentales en detalles innecesarios. La capacidad de atención humana varía bajo ciertas circunstancias como:La motivación, la emoción, el nivel de activación, la cognición, algunas variables biológicas y ambientales.
Cuando nuestra capacidad de atención se ve alterada, se producen fenómenos como la ausencia mental y la laguna temporal.
La principal semejanza entre estos dos fenómenos es que en los dos casos la persona pierde información por su alteración de la atención.
La ausencia mental es el fenómeno en el cual la capacidad de atención de una persona se centra completamente en los pensamientos propios, en un estímulo o en una tarea concreta, y los estímulos que se encuentra fuera de ellos no se atienden. Entonces la información presente en el medio no es procesada como deberia pasar normalmente, pero la capacidad para esto sigue intacta y actuando de manera automática.
Un ejemplo de esto es cuando nos quedamos atónitos observando y pensando algo, cuando estamos haciendo otras actividades o tareas.
La ausencia mental hace difícil responder de forma adaptativa al estímulo del exterior. Sin embargo, esta ausencia se puede romper si se desconecta a la persona de sus pensamientos o del elemento en el que se encuentra concentrado. incrementado el estímulo exterior, a través de una llamada, la luz o un ruido inesperado.
La laguna temporal también es una alteración de la atención. Aunque se parecen a la ausencia mental son fenómenos diferentes.
La laguna temporal está muy relacionada con la automatización de las actividades que realizamos. Se dice que la laguna temporal es un fenómeno que se genera cuando se realiza cualquier tipo de actividad repetitiva sin que durante su realización aparezcan estímulos relevantes que mueven nuestra atención y sirvan para realizar un registro del tiempo.
La laguna temporal termina cuando la persona tiene que volver a procesar información activamente. Sin la presencia de algo que indique el tiempo hace que a continuación no podamos recordar qué pasó exactamente durante el transcurso del tiempo.
En este sentido las diferencias entre ausencia mental y laguna temporal son las siguientes:
1.- La concentración o no en el estímulo
En la ausencia mental se produce un trastorno debido a que la persona dirige toda su atención a una información muy concreta y se desconecta del resto. En la laguna temporal no hay ningún tipo de focalización.
2.- El nivel de automatización
En la laguna temporal se genera cuando se realizan acciones repetitivas, sencillas y que no necesitan que la persona se concentre en ellas. Caso contrario en la ausencia mental, pues está basada en la forma de concentrarse en una actividad o tarea complicada e interesante.
3.- Sensación de pérdida de la memoria
En el caso de la ausencia mental no se experimenta la impresión de no recordar detalles fundamentales. En la laguna temporal esto sí ocurre.
Aunque estos dos fenómenos están considerados como alteraciones de la atención, ninguno de los dos son fenómenos patológicos. En caso de ausencia mental estos dos fenómenos pueden aparecer en diferentes condiciones o trastornos como intoxicaciones alimenticias, epilepsia, consumo de sustancia psicoactivas, después de accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneoencefálicos.
También pueden aparecer en algunos trastornos mentales tales como TDAH, autismo, depresión o TOC. También en trastornos como la epilepsia, demencia, carencia de sueño, trastornos de la conciencia y el hambre extrema.
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