El duelo anticipado es un proceso que ocurre antes de que se dé la perdida. Se emplea como estrategia cuando existen factores de riesgo para que los familiares desencadenen un duelo patológico...
En contextos hospitalarios donde continuamente personas están en los espectros de salud – enfermedad, suele ser necesario llevar a cabo intervenciones tanto para el paciente como para la familia, con el fin de gestionar procesos de ajuste al diagnóstico y/o tratamiento. Siguiendo esta línea, cuando los pronósticos son terminales y no hay intención curativa por parte de los tratamientos, el duelo anticipado puede ser una de las estrategias que los profesionales de la salud emplean, para dar un manejo multidisciplinar a lo que pueden estar viviendo los pacientes y sus familiares.
Así pues, el duelo anticipado es un proceso que ocurre antes de que se dé la perdida. Se emplea como estrategia cuando existen factores de riesgo para que los familiares desencadenen un duelo patológico, así mismo, cuando el paciente necesita realizar un ritual de despedida, tomando en consideración sus necesidades espirituales.
Calabuig et al. (2021) y Sarantez et al. (2018) en un estudio exponen algunos de los beneficios de esta estrategia:
- Aceptación y comprensión de la perdida.
- Reconocimiento inevitable de la muerte.
- Reorganización individual y familiar, asumiendo los nuevos roles que cada persona deberá tomar, al igual que, ajuste en cada una de las dimensiones de los individuos.
- Resolución de temas pendientes, tanto para el individuo, como para sus familiares, lo que permite la transición de una manera más tranquila.
- Puede ser un factor protector para evitar el desarrollo de un duelo patológico en el futuro.
- Les permite a los familiares prepararse para la despedida, poder regular los sentimientos asociados a la perdida de la persona.
- Los individuos se preparan para el cambio de manera anticipada.
- Permite buscar sentido en las relaciones interpersonales.
Es fundamental tener en cuenta que, el duelo anticipado se emplea como estrategia de preparación para el individuo y las familias en dirección a un proceso de transición conveniente, sin embargo, no exime a las partes implicadas a una serie de reacciones emocionales, reacciones que pueden verse en un proceso de duelo, por ejemplo, ira, tristeza, ansiedad, etc. Por tanto, es un factor a tomar en consideración, al momento de realizar una intervención de este estilo.
Sarantez et al. (2018) exponen que, los individuos atraviesan un proceso complejo ante la posibilidad de anticipar su propia muerte o la de un ser querido, de la misma manera desencadenan una serie de reacciones a nivel físico, psicológico y conductual. El acompañamiento por parte de un equipo multidisciplinar es relevante, con el fin de gestionar de manera efectiva todas las reacciones, dotar de recursos emocionales a los individuos para afrontar la situación en el futuro y acompañar en el proceso de aceptación de algo que es inevitable.
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