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La gratificación instantánea se refiere al hecho de buscar la obtención de una recompensa y el placer de forma inmediata.
La mayor fuente de obtención de esta estimulación hoy día es a través de las redes sociales, el uso continuo de estas libera altas dosis de dopamina, la hormona del placer, de forma inmediata y esta es la razón por la cual resulta difícil limitar el uso de las mismas.
En 1972 el psicólogo Walter Mischel, realizó un experimento conocido como Prueba de Malvavisco el cual era parte del estudio sobre la gratificación retrasada que es la capacidad de resistir la tentación de una recompensa inmediata y esperar una recompensa posterior.
El experimento consistía en ofrecerle a un niño un malvavisco (nube de azúcar) debía esperar unos 15 minutos en donde no podía ni tocar el malvavisco y si lo lograba se comería dos, es decir la elección de una recompensa inmediata o una recompensa posterior mayor. Solo el 33% de los niños eligió esperar.
La gratificación instantánea es adictiva porque nuestro cerebro libera altas dosis de dopamina y el siempre nos indicará repetir conductas que el entienda que son buenas, sin importar cuáles sean estas. Son estímulos inmediatos y a la vez poco duraderos, genera en la persona una dependencia, por tal razón debe buscarla constantemente satisfacerla de forma inmediata y cuando no se recibe esa gratificación se puede sentir depresión y ansiedad. A diferencia de una gratificación lograda a largo plazo la cual nos conlleva tiempo conseguirla, nos sentiremos mejor con nosotros mismos, por el resultado obtenido mediante el esfuerzo realizado, además los resultados de satisfacción y placer suelen perdurar a lo largo del tiempo.
La capacidad para gestionar las emociones también empieza a quedar reducida, ya que muchos cuando sienten niveles de angustia, tristeza, enojo o cualquier otra emoción, recurren a la distracción y estimulación de forma inmediata que les brindan las redes sociales, para escapar de su realidad y disminuir lo que sienten, lo cual es un problema, puesto que gestionar las emociones, pensar en lo sucedido y analizarlo es un proceso importante por el cual se debe pasar, ya que el no hacer esto, genera mayor frustración, ansiedad y depresión y reduce la capacidad para resolver conflictos tanto externos como internos.
Como somos seres adaptativos, fácilmente nos condicionamos, la obtención constante de estímulos inmediatos genera en la persona la necesidad de querer recibir todo de forma instantánea, por tal razón la capacidad para saber esperar queda reducida, a la vez que incrementan los niveles de ansiedad.
En el mundo caótico en el que se vive hoy día y lleno de distracciones no resulta tan fácil desadaptar este hábito, pero sí es posible lograrlo, empezando por ser consciente de esta mala práctica y tener las ganas de dejarlo atrás.
Evita los placeres inmediatos que solo generan una satisfacción de poca duración y valora aquella satisfacción que se obtiene mediante esfuerzo y que dura por más tiempo, ya que al haberte esforzado para obtenerla te sentirás mejor contigo mismo, a la vez que entenderás que en esta vida hay que esforzarse para obtener las cosas.
Queremos ayudarte a superar tus conductas adictivas. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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