El efecto Pigmalión o profecías autocumplidas, es un fenómeno psicológico que tiene un impacto significativo en la vida de las personas. Hace referencia a la visión o creencia que tiene una persona sobre la conducta de otro, que altera el comportamiento y la actitud de la persona de forma inconsciente, lo que resulta en que la visión o creencia se haga realidad, ya sea por nuestras conductas, sentimientos y/o pensamientos.
Las creencias y expectativas que los demás tienen sobre nosotros, pueden influir en nuestras acciones y resultados. En este caso puede ser una influencia de manera positiva generando éxitos y logros o de manera negativa afectando nuestro rendimiento o limitando nuestro potencial.
Por ejemplo, una persona puede decirnos “No tienes las habilidades necesarias para ese puesto de trabajo”. Es posible que internalicemos está creencia y actuemos de acuerdo a ella. En este caso que nos lleve al autosabotaje y en la entrevista se vea reflejado en nuestra conducta, por ejemplo, respuestas escasas, postura tímida que muestra poca apertura, etc. Lo que seguramente sucederá al final es que no termine consiguiendo el puesto de trabajo y cumpliendo la profecía.
De manera positiva puede presentarse que la misma persona nos diga “Tienes las habilidades que requiere el puesto de trabajo y lo complemente con algunos elogios”, lo que lleva a que nuestras acciones estén encaminadas hacia esa creencia; que en la entrevista nos mostremos seguros y confiados, que hablemos con seguridad del porqué merecemos ese puesto, etc. Al final seguramente la profecía se cumpla cuando nos llamen para el puesto de trabajo.
Este fenómeno puede ser observado en diversos ámbitos de la vida, en el laboral, educativo, social, etc.
En el ámbito laboral, las expectativas de los superiores pueden influir en el desempeño y la motivación de los empleados. Por ejemplo, si un jefe elogia constantemente a un empleado por su proactividad, es probable que este se sienta motivado para seguir dando lo mejor de sí. Por el contrario, si el jefe hace comentarios pesimistas sobre su trabajo, es posible que el empleado pierda la motivación y su rendimiento disminuya.
En el ámbito educativo, las creencias y expectativas de los profesores pueden influir en el rendimiento académico de los estudiantes. Si un profesor tiene expectativas favorables o buenas sobre un estudiante, es probable que este se esfuerce más y obtenga mejores resultados. Por el contrario, si un profesor tiene expectativas bajas, es posible que el estudiante se desmotive y su rendimiento académico se vea afectado.
Es importante ser conscientes de este efecto y sobre como las expectativas de los demás e incluso las propias pueden influir en nuestro comportamiento y desempeño. Por otro lado, la invitación es que comuniquemos de manera asertiva, alentando a los demás a alcanzar su máximo potencial, que las personas vean oportunidades de crecimiento en vez de limitarlos con creencias perjudiciales.
Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir