Efecto rebote: Cómo afecta a nuestras decisiones.

El efecto rebote es aquel que se produce cuando nos obligamos a evitar una situación, un pensamiento, algo y este este se consolida en nuestra conciencia y nos atrae hacia eso que queremos evitar.

Es un fenómeno psicológico más o menos desconocido pero con un gran papel en nuestras vidas, por ello nos tropezamos con él muchas veces quitándonos el equilibrio mental y en consecuencia nos hace  tomar decisiones equivocadas.

Psicológicamente, cuando intentamos no pensar en algo, parte de nuestra mente se transforma en un guardián que impide el pensamiento censurado o prohibido. El problema se presenta porque esa parte se escanea cada determinado tiempo y verifica que no se esté pensando en eso, como consecuencia de ese procedimiento de verificación la idea o pensamiento vuelve aparecer, la mente se transforma en supervigilante y nos engaña.

Así, podemos explicar de manera sencilla porque no nos podemos sacar de la mente quizá una comida, un dulce, un ex, esa preocupación. Todo aquello a lo que le ponemos resistencia va aparecer con más fuerza.

Este efecto no está limitado a pensamientos indeseados o imágenes, interviene también directamente en comportamientos y decisiones. El efecto rebote tiene una fuerza oculta. No pensar en las cosas, es una mala práctica. Al parecer intentar pensar menos en aquello que queremos eliminar hace que aparezca luego con más fuerza haciendo que se tomen decisiones equivocadas en gran parte por el agotamiento psicológico.

Estar en constante vigilancia para evitar un pensamiento o evitar un comportamiento determinado termina generando un cansancio mental que concluye en una recaída más grave.

Este efecto no está limitado a la conciencia, lo que reprimas durante un tiempo o un día, por ejemplo, puede aparecer en los sueños. Esto se debe a que durante el sueño perdemos el control que tenemos conscientemente por ello lo que tenemos reprimido tiene una mayor probabilidad de regresar. 

Cuando dormimos se producen cambios en los lóbulos prefrontales, sobretodo en la fase de los movimientos oculares rápidos. Cuando hay sentimientos reprimidos, durante el sueño REM son más accesibles y los procesos operativos disminuyen. Lo que genera que los pensamientos que se tienen antes de quedarse dormido reaparezcan y se genere más actividad en cuanto a la búsqueda de los aspectos suprimidos.

Plantearse un horario para traer a nuestra mente las ideas incómodas, las preocupaciones, puede ser una buena alternativa para que no ronden en nuestra mente todo el dia estas ideas, así se le resta importancia emocional y ayuda a que no se plante con fuerza en la conciencia.

Es importante seleccionar un elemento distractor, un pensamiento alternativo positivo que tenga toda nuestra atención y nos mantenga enfocados en él.para que la idea no deseada se desaparezca por sí misma.

Se  debe pensar de manera controlada acerca de lo que se quiere evitar y así hay menor probabilidad de que este pensamiento vuelva aparecer en nuestra mente. Es una forma de desactivar este dispositivo de escaneo persistente que reactiva el pensamiento no deseado y disminuye el choque emocional.

Estar sobrecargados mentalmente, con las responsabilidades, el estrés, las angustias hace que los pensamientos no deseados aparezcan, por ello disminuir el ritmo de la vida que llevamos  ayuda a eliminar el efecto rebote. Hay que aprender a tener un mayor control mental y a no dar tanta importancia aquellos pensamientos negativos para no fijarlos en nuestra mente y que se vayan por sí solos.