Los seres humanos tenemos, en su mayoría, la tendencia a posponer constantemente las cosas. Para lograr comprender un poco hay que saber como es el ¨fenómeno de la procrastinación¨. La procrastinación es esa inclinación que algunas veces manifestamos en nuestra vida, el cual sintetizamos en un ¨dejar todo para mañana¨.
Su definición es realmente sencilla, se trata de posponer o aplazar todo aquello que debemos hacer, por ejemplo, estudiar para un examen, pagos, deberes del hogar, etc. la acción de retrasar algo se conoce como procrastinar, siendo el concepto de la procrastinación una ¨demora absurda¨, no es retrasar algo por que se deba o porque tenga sentido en su contexto, es postergar de forma irracional, llegando a sabotear nuestros intereses.
Existen personas que se obsesionan por culminar cualquier actividad rapido y en la primera oportunidad, esto podría ser algo disfuncional, tanto como aquella persona que va aplazando todo para un último minuto, en ninguna de las dos circunstancias se planifican con inteligencia. Para ganarle a la procrastinación implica aplicar la utilización eficiente del tiempo, enfocado a la consecución de las actividades por ejecutar. Es elegir que se realizará ahora y que puedes dejar para luego.
Se sabe que existen factores a nivel genético como ambientales que avalan el concepto de procrastinación. Este es un fenómeno habitual en muchos momentos de la historia y en todas las culturas. Una tendencia la cual se ha demostrado, afecta en un pequeño porcentaje, más a los hombres (54%) que a las mujeres (46%), se percibe más entre la población joven y va disminuyendo según la edad.
Datos revelados por la ciencia, nos explica la parte genética, sin embargo, el ambiente contribuye también fuertemente a que posterguemos a modo compulsivo nuestros quehaceres. En la vida moderna la procrastinación se ha convertido en una epidemia, que afecta y tiene consecuencias organizacionales, de forma personal e incluso se hace presente en la economía de una nación.
Los datos de encuestas han arrojado que un 95% de los seres humanos afirman que procrastinan, siendo admitido por uno de cada cuatro personas encuestadas, manifestando realizarlo de manera constante. Se entiende que la procrastinación es un hábito y como tal suele perdurar. Se podría creer, que este hábito es causado por el perfeccionismo, no terminar las actividades por alguna obsesión de que deben quedar siempre perfectas, pero lo realmente verdadero es que los datos nos indican todo lo contrario.
Durantes largos años se creía que el perfeccionismo y la postergación iban en conjunto o de la mano, esto es un error, y se explica porque las personas que son perfeccionistas y le dan largas a una tarea, son las personas que suelen pedir más ayuda en terapia, igualmente existen otras personas que aún siendo perfeccionista,s pero que no van a terapia, no caen en el hábito de retrasar alguna actividad. Puntualmente, la impulsividad tiene un papel protagónico más fundamental, el querer todo para ya mismo y el vivir impacientemente.
Los individuos impulsivos tratan de evitar realizar una tarea que les causa ansiedad, la ponen de lado en su conciencia, se distraen. Son habituales los autoengaños y las excusas. Generalmente los seres humanos evitamos sentir sufrimiento, claro está. Sin embargo, viendo las cosas en corto plazo es que solo esto tendria razon de ser, ya que en largo plazo conllevaria un sufrimiento mayor.
La demora y el autocontrol, están relacionados con la impulsividad y esta impulsividad nos hace complicada la labor de vivir un mal momento en son de una futura recompensa. Los seres humanos compulsivos suelen ser desorganizados, tienen dificultad en manejar sus impulsos, se distraen fácilmente, no son persistentes y tampoco trabajan con metodología. Esta fácil distractibilidad y la problemática en su planificación, los hace ¨víctimas perfectas de la procrastinación¨
Muchas veces la presión de todas las cosas que debemos realizar nos resulta de mucha angustia, solemos inclinarnos en otras tareas para distraernos así podremos dispersar nuestra mente y no pensar en esos problemas que nos preocupan. Por lo que, en ocasiones nos dedicamos a realizar algún trabajo el cual tenemos claro que no deberíamos estar realizando porque existen otros asuntos de mayor importancia que atender. Por esto tampoco solemos disfrutar el tiempo de descanso, constantemente nuestra conciencia recuerda nuestros deberes.
Sin embargo, la procrastinación puede deberse a causas múltiples, no solo la impulsividad la caracteriza.
El autosabotaje que mantiene este tipo de autosabotaje son
El factor tiempo, nos dirige a la procrastinación debido a que elegimos una recompensa inmediata, nos resulta más sencillo y tentador una recompensa que se obtiene de manera inmediata, así sea un pequeña, en vez de luchar por una meta a largo plazo, que nos otorgara un beneficio mayor.
La impulsividad, de la que hemos mencionado, es lo que domina todo esto. Algunas características vinculadas al temperamento impulsivo con el bajo autocontrol, la poca meticulosidad y el bajo autocontrol son propensos a la distracción.
Cuando actuamos sin pensar, no somos capaces de enfocar las metas ni a mantener los sentimientos bajo control. y los sentimientos dominados. El factor tiempo, nos hace enfocar en los beneficios de mañana y de las metas de manera abstracta, tanto asi, que resta calidad de vida.
La expectativa, en estos casos, se refiere a nuestra confianza consecuente con nuestras metas, puede ser común que la procrastinación este relacionada con el exceso de confianza, pero realmente es más común que sea lo contrario. Quiere decir, que si los objetivos que buscamos materializar nos parecen inalcanzables, entonces nos damos por vencidos, nos sentimos derrotados y no seguimos intentando. En estos casos, aparece la impotencia por vernos incapaces, y muchas veces preferimos quedar asi, derrotados.
Esta situación nos lleva a un estado de depresión o frustración, que se le conoce también como ¨indefensión aprendida¨, donde solemos rendirnos antes las circunstancias de adversidad por considerarnos incapaces de lograr cambios, dejamos de intentar o luchar. Este hecho está relacionado a la depresión .
Esto tiene relación con el atractivo que nos parece todo aquellos que aplazamos. Frecuentemente nuestra lista de procrastinación está siempre llena de tareas consideradas aburridas, como por ejemplo, hacer compras navideñas, tareas aburridas, los aprendizajes muy largos. Tal y cual suponemos, el valor de cada cosa dependerá de las preferencias de cada ser humano.
Nos resulta más sencillo retrasar algo que no nos gusta, que no nos motiva, en cuanto menos valor posee para uno mismo alguna tarea, menos probables que nos dediquemos a hacerla. La ausencia de valor hace que otras actividades de mayor interés nos distraigan y por eso, tan fácilmente, nos dispersamos y asi de facil evadimos con actividades más estimulantes, posponiendo todo que nos parecen soporíferas.
Para concluir, la procrastinación se caracteriza por un hábito bien fundamentado que puede ocasionar grandes dosis de desesperanza. Solemos distraernos y esto nos aleja de nuestros objetivos. Está relacionado a la impulsividad y al tiempo gestionado.
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