El proceso de recaída en drogodependencias

Una de las preguntas que me hacen en consulta relacionadas con el tratamiento de las drogodependencias es si el/la consumidor/a no volverá a consumir una vez iniciado el tratamiento. Mi respuesta es casi siempre la misma, la adicción es una enfermedad crónica y como tal está ligada con una tendencia natural a la recaída. Esto no hay que interpretarlo que es algo inevitable o es necesario tener recaídas, hay que interpretarlo como una realidad que está muy presente y la mejor forma de prevenirla es asumiendo su riesgo y conociendo lo que es el síndrome de la recaída.

Asumiendo que una recaída puede ser peligrosa con consecuencias de sufrimiento y pérdida de tiempo y energía, a veces las recaídas también son períodos de aprendizaje para el adicto que quiere recuperarse. Se puede recaer sino conoce las situaciones de riesgo o se descuida en su proceso. Después de una recaída es más probable que el adicto se conozca mejor y tenga más claro en que cosas ha fallado. 

Los síntomas de una recaída normalmente suelen aparecer mucho antes del consumo, por eso es necesario saber identificarlos y tratarlos a tiempo para prevenir la recaída.

Algunos de estos síntomas que están relacionados con el síndrome de la recaída podrían ser:

• Un pensamiento obsesivo de consumo.
• Una actitud de poder con el plan de recuperación que se manifiesta con acudir a los lugares de riesgo, ir de nuevo con los compañeros de consumo.
• Aislamiento o pérdida de contactos o apoyos.
• Estar irritable y discusiones continuas en la casa o con la familia.
• Presentar insomnio, estar intranquilo y con dificultades para descansar.
• Aparecen sentimientos de depresión que no necesariamente se relacionan con situaciones que lo desencadenen.

Cada adicto tiene sus propios síntomas pero muchos de ellos son los que se han nombrado y a tener en cuenta que mientras más intensos son los síntomas, menos capacidad tiene el adicto de aceptarlos como precursores de su recaída.