El deseo de querer comprender y empatizar con sus hijos en las primeras etapas de la vida resulta ser un tema de gran interés para aquellas personas que inician su trayectoria en la paternidad, pues esta misma es un gran desafío para la mayoría de padres primerizos.
Si bien existen diferencias en cada generación de niños, así como en la generación de los padres, diferencias que se han visto marcadas por el cambio sociocultural de los tiempos y el avance en la tecnología, existe un factor en común y es la forma de aprendizaje ante los retos del entorno, que en temas de paternidad resulta ser desde la experiencia que se va construyendo o desde los marcos de referencia que se han construido a partir de los padres que se tuvieron.
A continuación te brindo una serie de recomendaciones a tener en cuenta que podrán favorecer el desarrollo emocional, físico y cognitivo de un menor.
El tiempo de calidad con un infante puede verse determinado por la cantidad de tiempo que destinan sus padres o cuidadores a estar interactuando con él, pues en las etapas tempranas de vida de un bebe es sumamente importante la estimulación para que esta misma pueda favorecer la creación de nuevas conexiones neuronales que dará lugar a su desarrollo emocional, físico, y cognitivo.
Si bien algunos padres pueden cimentarse en la idea de que sus hijos serán igual de inteligentes, fuertes, o estables emocionalmente a ellos por el simple hecho de las genética, también es importante recordar que el entorno estimula el nivel de desarrollo que pueda tener un bebe dependiendo de su edad de vida y que este acarrea un gran porcentaje en la construcción de la personalidad de un infante.
Los infantes generan una vinculación emocional con la figura más cercana a ellos, es decir con su “cuidador” pues es la persona con la cual el menor tiene mayor interacción y comparte su cotidianidad, también se apoya en este para poder aprender por medio de la imitación, siendo esta una de las formas más primitivas de aprendizaje por la cual todos nosotros hemos atravesado, es así como el cuidador debe estar en constante reflexión respecto a aquellos aspectos que le gustaría que el bebe aprendiera o al contrario no aprendiera.
Aunado a los puntos anteriores; el tiempo de calidad y el rol que tiene el cuidador en la vida de un infante es un papel supremamente relevante para el desarrollo emocional del niño, pues desde que son bebés, buscan la conexión segura con dichas figuras; sin embargo, si el infante encuentra desinterés, rechazo, indiferencia o ambivalencia por parte de su cuidador, esto es algo que podría permear el vínculo y posiblemente generar repercusiones de tipo ansioso a lo largo de su desarrollo emocional, así como también impactar en su desarrollo cognitivo o motriz.
Es por esto que se recomienda desarrollar un apego seguro y constante, ser muy cuidadosos con las emociones negativas o desagradables que se pueden llegar a expresar hacia el menor, dirigirse a este mismo con un tono de voz agradable, tierno y amoroso, hacer uso del contacto físico para estimular la seguridad en el contacto. Estas son algunas de las recomendaciones respecto al apego seguro. Lo anterior permitirá que el menor pueda sentirse seguro en esa primera vinculación y posteriormente afianzar este apego en sus distintas relaciones por medio de sus habilidades sociales.
El balbuceo, llanto y arrullos son los primeros signos del desarrollo del lenguaje, y es de suma importancia, ya que es la herramienta de los infantes para comunicarse con su entorno y por medio de la retroalimentación que reciban de este podrán ir adaptándose poco a poco al mundo que los rodea. Para poder favorecer el desarrollo del lenguaje que va aumentando progresivamente dependiendo de la edad, se recomienda estimularles por medio de la lectura, el canto, así como también emplear juegos que les permitan empezar a balbucear palabras y descubrir conectores.
Para que el infante tenga un desarrollo cognitivo y físico saludable también es importante la creación de hábitos de sueño y siestas que van siendo determinados por la edad que tienen; así pues, el ambiente cómodo, una temperatura cálida y una luz tenue son aspectos fundamentales para que el menor comience a familiarizarse con la hora de la siesta y disfrute este mismo, así pues, podrá tener un descanso apropiado que le permitirá realizar una pausa de la estimulación que ha podido tener a lo largo de su jornada, es de gran importancia no sobreestimular a los infantes antes de la hora de la siesta, ya que el estrés en su sistema nervioso podría impedirles desarrollar una aceptación al momento de la siesta sino un rechazo a esta misma, y posteriormente podría ocurrir dificultad para conciliar el sueño de manera crónica.
Es así, pues como te invito a que reflexiones frente a como estas manejando cada aspecto mencionado anteriormente, y si logras identificar falencias en alguno, es supremamente importante que puedas realizar un trabajo instrospectivo en ti, ya que como se explicó el impacto que el cuidador tiene en la vida del menor es fundamental, y si crees que debes trabajar en algunos aspectos, seguramente a medida que vas creciendo y sanando ciertos temas en particular, verás que el desarrollo de tus hijos se van a ir viendo favorecido por tus pequeños cambios. O al contrario, si no decides trabajar en aquello que sabes que está impidiendo un ambiente saludable, tus hijos también comenzarán a verse permeados por los aspectos negativos que vayan encontrando en su entorno y seguramente los replicarán.
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