Las emociones han sido un elemento fundamental para la supervivencia del ser humano. Es a través de los cambios anímicos que los animales pueden adaptarse a las distintas circunstancias que caracterizan a su entorno. Pero, en los seres humanos las emociones más esenciales, compartidas con las otras especies de mamíferos, se han sofisticado para crear un gran espectro de emociones.
Mediante esta sofisticación aparecen las emociones secundarias, de las cuales se conversaran a continuación, conjuntamente con algunos modelos que han tratado de descubrir cuántas de estas emociones posee el ser humano.
Para comenzar a manejar el tema acerca de las emociones secundarias del ser humano es necesario aprender un poco sobre cuáles son las emociones primarias.
El psicólogo Robert Plutchik, indica que las emociones primarias son aquellas que se manifiestan de manera autóctona, presentándose desde temprana edad en las personas. A su vez, señala que estas emociones también se les conocen como emociones básicas, las cuales se enumeran a continuación:
Tristeza: quebranto anímico, que por lo general requiere de un apoyo social.
Alegría: refleja satisfacción y bienestar con uno mismo y sus entornos.
Miedo: inseguridad, relacionada a la posibilidad de sufrir algún daño.
Confianza: seguridad de que no va ocurrir algún daño en el contexto donde se encuentre el ser humano.
Ira: respuesta ante un acto o maltrato que no ha gustado.
Sorpresa: reacción ante una acción inesperada en el entorno.
Aversión: rechazo o evitación frente a algo o alguien.
Anticipación: expectativa que se crea a partir de la información y experiencia previa vivida.
Por su parte, el psicólogo Paul Ekman señala que existen menos emociones primarias, porque se manifiestan de forma independiente en todas las personas sin importar a qué cultura pertenecen. Sus estudios tomaron en cuenta tanto a las poblaciones orientales como occidentales, incluidas aquellas con un grado de globalización y alfabetización reducido.
Según Ekman las emociones primarias serían: tristeza, alegría, ira, sorpresa, asco y miedo. La emoción del desprecio señala que pudiera ser universal, aunque los estudios no lo permitan validar.
Las emociones que puede sentir el ser humano son muy variadas en comparación con las demás especies de mamíferos. Al manifestar las emociones más básicas, como son la tristeza, la alegría, la ira, el asco y el miedo, los seres humanos han desarrollado emociones que, para que se manifiesten es necesario que se presente un escenario social específico. Estas emociones son las secundarias, las cuales traen consigo un aspecto importante de socialización y aprendizaje.
Es importante señalar, que el estudio de las emociones secundarias ha sido complicado porque el de las emociones primarias ha sido también complicado.
A pesar de que los especialistas Paul Ekman y Robert Plutchik han planteado modelos de emociones primarias y secundarias, la comunidad científica no se ha manifestado sobre cuáles específicamente son estas.
El Modelo de Plutchik
Robert Plutchik considera que las emociones secundarias son la mezcla de las emociones primarias, promoviendo emociones en las que se necesita un pensamiento y un alto nivel de socialización. Es decir, si las emociones primarias son la respuesta involuntaria ante las circunstancias del entorno, las secundarias son la respuesta compuesta y con un objetivo social, de un entorno con motivación social (positiva o negativa). Es por esta razón, que estas emociones son denominadas como emociones sociales, pues para que se manifiesten se requiere establecer lazos con el entorno social.
Las emociones secundarias se presentan en base a lo que se ha aprendiendo en el transcurso de la vida, alimentadas por las experiencias e impulsadas por las expectativas ante los diferentes escenarios. En consecuencia, como estas emociones son aprendidas y necesitan que se tenga alguna capacidad cognitiva, comienzan a desarrollarse entre los 2 o 3 años, cuando el niño ya tiene establecido fuertes vínculos con sus cuidadores y ha adquirido cierta habilidad lingüística.
Considerando que los modelos sobre las emociones no llegan a un consenso sobre cuáles son las emociones primarias, se debe esperar para identificar cuáles son las emociones secundarias. Lo que se puede afirmar es que la mayoría de los modelos indican que entre las emociones secundarias “universales” se encuentran las siguientes:
1. La Vergüenza: Es el miedo que tiene una persona a que el entorno no lo admita ni acepte socialmente, o que sea percibido en un estatus inferior al que no le gustaría estar. Esta emoción ocasiona molestia, haciendo que la persona intente evitar muchas situaciones, ocultar o intentar modificar los intereses del entorno y no de su propia persona.
2. La Culpa: El origen de esta emoción se encuentra en el hecho de creer que no se debe haber realizado algún comportamiento o acción. Por lo general, es desgastante haciendo que la persona no pueda prosperar e, inclusive piense que es merecedora de un castigo.
3. Orgullo: Representa estar satisfecho con uno mismo como es y con lo que ha hecho. Es una emoción beneficiosa y adaptativa, pues promueve el crecimiento de la seguridad y la autoestima, pero su exceso puede traer consecuencias negativas a las relaciones sociales.
4. Placer: Es una sensación positiva y atractiva que se experimenta cuando las necesidades de una persona son satisfechas. Es un elemento motivador para el aprendizaje de comportamientos básicos para la supervivencia (dormir, comer o reproducirse). El placer puede llegar a ser un problema, en el caso de que se dé excesivamente podría ocultar miedos y afectar la toma de decisiones, trayendo consecuencias negativas como el alcoholismo, consumo de drogas u otras conductas peligrosas.
5. Celos: Se presentan cuando se percibe una amenaza hacia algo que se considera propio, o que puede ser arrebatado. En la medida de lo posible, puede ayudar a obtener aquello que se desea. No obstante, en la mayoría de los casos los celos surgen por desconfianza y falta de autoestima.
El Modelo de Ekman
En la década de los 90 Ekman difundió su modelo, incluyendo nuevas emociones. Aunque la clasificación de estas emociones está un poco discutida dentro del modelo porque, si bien mantiene que siguen tratándose de emociones básicas, varias de ellas se pueden considerar como emociones secundarias, razón por la cual el propio Ekman realizó su propia selección entre las que inicialmente consideró como universales (tristeza, alegría, ira, sorpresa, asco y miedo) y secundarias las siguientes:
Desprecio
Culpa
Entusiasmo
Bochorno
Satisfacción
Complacencia
Vergüenza
Orgullo
Placer
No existe duda que Ekman ve en las emociones secundarias los estados anímicos más complicados que las emociones primarias, siendo el resultado del crecimiento y la interacción de las personas con los demás. Lamentablemente, no son tan fáciles de identificar como las básicas y, en muchos momentos, llegan a expresarse a través de gestos como una pequeña mueca, una sonrisa o el arqueo de las cejas.
Si bien es primero a Ekman, Robert Plutchik, tiene un modelo complejo, conocido como la rueda de las emociones, en el cual se representan las emociones básicas y cómo estas se ajustan para generar las emociones secundarias a través de la representación de gráfica.
Más o menos en la misma línea en la que estaría Ekman, Plutchik indica que las emociones secundarias serían versiones más sofisticadas de las primarias, ligadas al contexto social y surgidas a partir de la mezcla de las emociones básicas.
Las emociones secundarias planteadas por Plutchik y las emociones básicas que utiliza son las siguientes:
Amor (Alegría y Confianza)
Decepción (Sorpresa y Tristeza)
Remordimiento (Tristeza y Aversión)
Agresión (Ira y Anticipación)
Culpa (Alegría y Miedo)
Desesperación (Miedo y Tristeza)
Ansiedad (Miedo y Anticipación)
Indignación (Sorpresa e Ira)
Orgullo ( Alegría e Ira)
Sumisión (Confianza y Miedo)
Alarma (Miedo y Sorpresa)
Optimismo (Alegría y Anticipación)
Cinismo (Aversión y Anticipación)
Pesimismo (Tristeza y Anticipación)
Curiosidad (Confianza y Sorpresa)
Deleite (Alegría y Sorpresa)
Morbosidad (Alegría y Aversión)
Desprecio (Aversión e Ira)
Incredulidad ( Sorpresa y Aversión)
Dominación (Confianza e Ira)
Envidia ( Tristeza e Ira)
Fatalismo ( Confianza y Anticipación)
Vergüenza (Miedo y Asco)
Sentimentalismo (Confianza y Tristeza)
Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir