Estimulación cognitiva: Cómo aplicarla durante la infancia

La estimulación cognitiva está comprendida por todas aquellas técnicas, actividades, estrategias y ejercicios que permiten estimular mejorar, y mantener el rendimiento de las habilidades o funciones cognitivas de un niño o una persona.   

Estas habilidades cognitivas se refieren a las capacidades de una persona de procesar la información que reciben de manera adecuada. Entre estas capacidades podemos mencionar la memoria, la percepción, el razonamiento, la atención y la planificación. 

Con estas técnicas y ejercicios de estimulación se busca desarrollar y mejorar las competencias ya existentes en los niños. Por ejemplo, a través de mecanismos y procesos de neuroplasticidad cerebral. 

Existen dos tipos de estimulación cognitiva según la función de cada individuo:  

• Rehabilitación cognitiva: Cuando  está deteriorada su función cognitiva.
• Entrenamiento cognitivo: Cuando es óptima o normal la función cognitiva.

Esta estimulación puede hacerse adaptándola a cada caso específico, según la edad, el carácter, el tipo de persona, con o sin discapacidad intelectual o con algún tipo de trastorno del neurodesarrollo. 

Durante la infancia este tipo de ejercicios y procedimientos son muy favorables para el progreso y desarrollo intelectual de los niño. 

Es muy diferente el cerebro del niño y el del adulto, ya que este está en continuo desarrollo y en algunos casos es muy acelerado. Uno de los factores que hace que el cerebro se transforme es la estimulación generada por el ambiente que rodea a los niños, reforzando y estableciendo  un gran número de conexiones sinápticas.  


El cerebro tiene una neuroplasticidad, que es la capacidad que posee el sistema nervioso para generar cambios en su funcionamiento y estructura durante la vida de la persona y de cómo reacciona o se comporta a la pluralidad del entorno. La neuroplasticidad posibilita que las neuronas se regeneren anatómica y funcionalmente mediante la implantación de conexiones sinápticas nuevas. 

En la infancia el cerebro consigue el mayor nivel de plasticidad lo que genera una mayor capacidad de adaptación a los cambios y aprovechamiento de oportunidades que ofrece el entorno principalmente a nivel cognitivo.  

Por ello realizar una estimulación cognitiva, aumenta las conexiones sinápticas y las afianza, lo que genera un mejor funcionamiento cerebral en el niño que será más rápido y eficaz para difundir información sináptica.  

En la infancia se puede aplicar la estimulación cognitiva a todos los niños, no importa si presentan trastornos del neurodesarrollo como discapacidad intelectual, déficit de atención con hiperactividad, dislexia o discalculia. 

En cualquier caso son muchos los niños que padecen déficit de alguna habilidad cognitiva, por ello la estimulación a nivel cognitivo durante la infancia tendrá excelentes beneficios. 

Adaptar cada herramienta o ejercicio a la edad del niño y sus características personales es muy importante. Las herramientas a utilizar son infinitas, van desde aplicaciones en una computadora o una tablet hasta material de papel, fichas, póster.  

Por ejemplo, en el caso de la atención de un niño son muchos los ejercicios que pueden servir, pues este es un proceso integral que se relaciona con todas las funciones mentales de un niño.  

En el caso de la estimulación cognitiva  de la memoria durante la infancia, se puede estimular a través de los juegos de memoria, aunque actualmente existen un gran número de aplicaciones interactivas que facilitan el trabajo de manera más fácil, divertida y amena. 

Para trabajar con la planificación se deben ejecutar ejercicios como los laberintos, arreglo y orden de acciones para lograr un objetivo o ejercicios con secuencias pueden ser escritas o visuales para obtener una historia.