¿Qué crees que afecta a tu rendimiento deportivo?
- Gestión de la presión, estrés o ansiedad
- Gestión emocional (ira, rencor, envidia, etc.)
- Problemas de concentración
- Falta de motivación
- Falta de confianza o baja autoestima
- Miedo a las lesiones
Hablamos mucho de expectativas y de la necesidad de ajustarlas para no frustrarnos. Pero, ¿qué son las expectativas? ¿De dónde vienen?
Nos marcamos objetivos como fuente de motivación, metas que nos permitan mejorar y acercarnos a lo deseado y que, si están bien establecidos, no deberían suponernos presión.
Ah, ¿no? No, los objetivos nos centran en el presente, mientras que esta presión surge de las expectativas, centradas en los resultados y el futuro, es decir, más relacionadas con el miedo al fracaso. Quizás sea algo inconsciente, ya que tu cabeza puede que te diga “no, si yo lo que quiero es llegar a …, o que sea.... “, mientras yo te pregunto si es eso lo que deseas o realmente es no vivir lo que sucedería si no llegaras a...
Es desde las expectativas que nos preguntamos “¿Será un éxito o un fracaso? ¿Me aplaudirán? ¿Me respetarán? ¿Volveré a lesionarme?” Posicionarnos en la NO expectativa, es decir, “veamos qué sucede”, enfocándonos en lo que conocemos, en lo que sí sucede, en aquello a lo que los objetivos nos llevan, seguramente obtengamos una emoción agradable. Mientras que, de otro modo, puede ser decepcionante.
Estas expectativas son, en primer lugar, sociales y nacen en el ambiente. En la infancia, las sutiles (o no tanto) presiones percibidas, primero por lo que nuestras familias esperan de nosotr@s “serás una gran nadadora, qué orgullosos estamos”, luego por entrenador@s “eres una pieza clave, puedes llevarnos a la primera posición”, clubs “sabemos que puedes ganar mucho dinero, apostamos por ti”, amig@s “, siempre lo consigues, esta me la dedicas”, etc. Por las que acabamos desarrollando el miedo al fallo.
Bien por querer agradar... y por lo tanto no decepcionar, o bien por miedo a las consecuencias ya conocidas cuando no “hemos cumplido” vamos gestando el perfeccionismo y rigidez que nos distorsionan la autoevaluación que hacemos de nosotr@s mism@s. Nos pondremos estándares muy altos, nada es suficientemente bueno, y creeremos que el mundo espera de nosotros mucho más.
El deporte, sobretodo el de competición, es una exhibición hacia el entorno. Volcamos en el rendimiento nuestra valía personal, cuando realmente, son independientes. Pero sucede y se refuerza cada vez que no entendemos un avance como un éxito y no nos lo reconocemos o minusvaloramos, cuando nuestros semejantes y referentes apenas destacan tanto nuestra evolución y nuestros éxitos como nuestros fallos. Valoración social de la que nos hacemos dependientes y creemos como propia, “necesitamos demostrarnos” “soy mi peor enemigo”.
Pero el perfeccionismo, nos lleva a hacer las cosas bien, ¿no? El problema es la rigidez de la creencia con que lo sostenemos. Esta cara negativa, acaba desprestigiando la lucha por la excelencia por el miedo e intolerancia para lo que no conseguimos. Atletas con este perfeccionismo negativo dirigen sus objetivos a evitar el fracaso, motivación muy diferente a la búsqueda de mejoras, y que se convierte en un lastre. Aquí es donde vendrá la rabia cuando no conseguimos lo que esperábamos, el desgaste, las culpas hacia lo exterior, las excusas para no enfrentarnos, etc. Lo necesario para evitar culparnos por nos conseguir lo que teníamos que conseguir.
Un último apunte. Estas expectativas puede que empezaran en el deporte, o no, puede que fueran sobre nuestros comportamientos, sobre lo que debemos ser y hacer en la vida. Expectativas que puede que, cuando las circunstancias reales y el presente no se corresponden con lo inculcado, nos llevan a una insatisfacción personal. Y, ¿adivina qué? El deporte es aquel gran aliado donde ponemos esas grandes expectativas que sí nos llevaran a triunfar en un ámbito de nuestra vida, a sentirnos admirados, ver que podemos lograrlo...
Una vez más, marca objetivos de proceso, que te permitan experimentar y progresar, focalízate en lo que sabes y busca una actitud donde dejarte sorprender. Así, quédate con esa parte que te permita perfeccionar, sin rigidez, admirando cada progreso.
Queremos ayudarte a recuperar tu sonrisa. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor qué la provoca:
¿Qué crees que afecta a tu rendimiento deportivo?
¿Has buscado ayuda profesional para trabajar los aspectos psicológicos que afectan a tu rendimiento deportivo?
Si decides apoyarte en Psonríe para mejorar los aspectos psicológicos que afectan a tu rendimiento deportivo:
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
¿Por qué no has buscado ayuda profesional?
Si la razón por la cual no has buscado ayuda profesional para superar los problemas generados por tus condiciones laborales es económica, tienes que saber que en Psonríe solo pagas por las sesiones que necesites para resolver tu consulta puntual o hacer terapia.
Mientras una sesión de terapia presencial de 1 hora cuesta aproximadamente entre 50€ y 70€ euros, en Psonríe puedes hacer sesiones de 25 minutos por chat, voz o vídeo desde 24,50€.
Además, ahorras tiempo y dinero ya que no tienes que desplazarte a ningún lugar.
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
Gracias a la terapia online puedes hacer tus consultas al psicólogo cuando necesites; a cualquier hora y día del año, estamos disponibles 24x7.
Con esta amplia disponibilidad podrás encontrar el momento más adecuado para que tu psicólogo te ayude a afrontar los problemas causados por el coronavirus, donde y cuando necesites, y sin que tu horario laboral, responsabilidades familiares o actividades de ocio te lo impidan.
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
El servicio es 100% anónimo, usamos conexiones seguras y no compartimos datos personales con terceros.
Puedes realizar las sesiones cuando y donde quieras, al instante o con cita previa, para que puedas encontrar ese momento y lugar de total intimidad. Sin tener que realizar desplazamientos a horas y días específicos.
Nadie sabrá que estás haciendo terapia con un psicólogo.
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
La terapia psicológica online tiene la misma efectividad que la psicoterapia tradicional presencial, siempre y cuando la lleve a cabo un profesional cualificado y se realice preferiblemente en tiempo real para tener una comunicación fluida.
Tomando en cuenta que el procedimiento de diagnóstico, la definición de metas y el tratamiento es igual en ambas modalidades, podemos concluir que la principal diferencia es el medio en el que se realiza.
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
Si bien ahora el problema no es tan grave te recomendamos que no subestimes la situación o permitas que se agrave: una pequeña dificultad del día a día puede llegar a convertirse en un problema psicológico grave si no se trata a tiempo.
Si aún así crees que no es el momento de pedir ayuda solo recuerda que cuando la necesites puedes contactarnos.
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
Aunque es posible resolver el problema por ti mismo, con la ayuda de un psicólogo profesional aumentarás la probabilidad de conseguirlo, y además lo harás más rápido.
Nuestros psicólogos cuentan con los conocimientos, recursos y experiencia que han acumulado ayudando a otras personas en tu misma situación, por lo que identificarán antes la causa del problema y te asesorarán para encontrar juntos la solución más efectiva.
¡Habla ahora con un psicólogo colegiado!
¡Atención inmediata y 100% privado!
Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir