Gratitud, una herramienta para el bienestar emocional

Desde la psicología positiva, la gratitud es vista como una fortaleza. Consiste en apreciar diferentes aspectos de la vida y reconocer como estos contribuyen de manera positiva y significativa en nuestro día a día. Peterson y Seligman (2004) mencionan que la gratitud permite tomar conciencia de lo bueno que ocurre alrededor y tomar el tiempo necesario para expresar agradecimiento por ello. 

Emmons (2007) representa la gratitud como un proceso cognitivo y afectivo de carácter subjetivo. A nivel cognitivo tres condiciones son fundamentales: Percibir la situación o el elemento como algo valioso, reconocer quién o que nos ha beneficiado y considerarlo como un regalo. Por otra parte, a nivel afectivo, implica que las tres condiciones anteriores estén mediadas por un sentimiento de aprecio o estima.

Peterson y Seligman (2004) exponen que lo que caracteriza a la gratitud es la respuesta psicológica ante lo que se recibe, sin importar su naturaleza. Implica experimentar una emoción trascendente, la gracia. Esta hace referencia al reconocimiento emocional de que hemos sido beneficiados por las acciones de otra persona o de algo. Por lo que, la gratitud implica conectarnos emocionalmente con la generosidad de los demás y reconocer el valor de esas acciones en nuestras vidas.

Beneficios de la gratitud

• Contribuye al proceso de autoconocimiento al promover la reflexión sobre lo que valoramos en nuestra vida.
• Influye de manera positiva en la salud mental, disminuyendo los niveles de ansiedad y depresión.
• Incrementa las emociones positivas como el optimismo, la felicidad y la esperanza. 
• Aumenta la satisfacción vital, promoviendo un enfoque positivo que lleva a niveles más altos de optimismo y autoestima. 
• Fortalece las relaciones interpersonales, ya que refuerza la forma en la que nos relacionamos con los demás, del mismo modo, nos lleva a consolidar relaciones más cercanas y satisfactorias.
• Contribuye a un mejor manejo emocional, permitiéndonos enfrentar las emociones dispalcenteras o situaciones negativas como algo momentáneo y circunstancial, no se niegan o ignoran estos aspectos, por el contrario, la gratitud permite reformular estas situaciones para verlas desde una perspectiva más comprensiva y compasiva. 
• Puede provocar un cambio y tendencia a actuar de manera más virtuosa, por ejemplo, de manera más humilde, amable y empática. 

A manera de cierre, la gratitud es una herramienta para mejorar la calidad de vida y el bienestar emocional. Cultivar esta fortaleza puede transformar la manera en la que nos relacionamos con nosotros, con los demás y con el mundo que nos rodea. Algunas estrategias para fomentar la gratitud pueden ser: 

• Llevar un diario de gratitud, donde se registren regularmente las experiencias, circunstancia o elementos por los que nos sentimos agradecidos.
• En un momento del día o noche agradecer por lo que ha ocurrido hasta el momento.
• Expresar gratitud no solo por las cosas grandes o materiales, sensibilización de lo cotidiano, apreciar y agradecer las pequeñas cosas del día a día.
• Escribir cartas de agradecimiento hacia alguien con quien estemos agradecidos.
• Realizar voluntariados nos permite brindar nuestros conocimientos o aptitudes hacia una causa, a su vez, nos permite tomar conciencia y aprecias las cosas valiosas de nuestra vida, dándonos motivos para agradecer.

Referencias

Emmons, R.A. (2007). ¡Gracias! De cómo la gratitud puede hacerte feliz. España. Ediciones B. 

Moyano, N. C. (2010). Gratitud en la psicología positiva. Psicodebate, 10(0), 103. https://doi.org/10.18682/pd.v10i0.391

Peterson, C., & Seligman, M. E. P. (2004). Character strengths and virtues: A Handbook and Classification. Oxford University Press.