El comienzo de un nuevo año es un momento propicio para reflexionar sobre nuestro pasado año (éxitos, fracasos, qué nos ha hecho sentir bien, qué nos ha hecho daño), nuestras metas, establecer nuevas intenciones y cultivar un bienestar psicológico futuro. Aquí te presentamos algunos consejos que te ayudarán a comenzar el año con una mentalidad adaptativa y equilibrada.
Antes de mirar hacia adelante, tómate un tiempo para reflexionar sobre el año pasado. Reconoce tus logros, aprendizajes y desafíos. Esta introspección te permitirá apreciar tu crecimiento personal y te brindará claridad sobre lo que deseas para el futuro. Serás capaz de analizar desde la propia calma qué aspectos han ido bien, pero aquellos que no han ido del todo bien y de los cuales, puedes tomar decisión sobre cambios (ser más asertivo, manejar el estrés, etc.).
Las metas son fundamentales para el crecimiento personal, pero es crucial que sean realistas y alcanzables. Establecer objetivos demasiado ambiciosos puede generar estrés y frustración. Divide tus metas en pasos más pequeños y celebra los logros a medida que avanzas cada uno de ellos. Verás que paso a paso te sentirás mejor y no afectará de forma negativa a tu bienestar psicológico.
La atención plena o mindfulness es una práctica que puede ayudarte a vivir el presente de manera consciente. Además, ayudará a que seas capaz de dominar aquellos pensamientos distorsionados y negativos que alteran tu bienestar psicológico y emocional. Dedica tiempo cada día para practicar mindfulness, respirar profundamente o simplemente estar presente en el momento. Esto puede reducir el estrés y mejorar tu bienestar psicológico.
Las relaciones significativas son claves para la salud mental. Dedica tiempo a tus seres queridos, fortalece los lazos existentes y busca nuevas conexiones. Elimina aquellas relaciones que no suman, que te hacen sentir mal y que no son necesarias en tu vida. La calidad de tus relaciones puede tener un impacto significativo en tu felicidad y satisfacción personal.
Establece hábitos saludables, como una alimentación balanceada, ejercicio regular y un sueño adecuado. Estos factores contribuyen no solo a tu bienestar físico, sino también a tu salud mental.
El estrés es una parte inevitable de la vida, pero aprender a gestionarlo es esencial, pues a pesar de que el estrés en muchas ocasiones nos puede ayudar, en la mayoría de las situaciones, puede llegar a perjudicarnos en nuestra salud global y nuestro bienestar psicológico. Identifica las fuentes de estrés en tu vida y desarrolla estrategias para manejarlas, ya sea a través de la práctica de técnicas de relajación, la planificación del tiempo o la búsqueda de apoyo profesional si es necesario.
El autocuidado es un componente crucial del bienestar psicológico y englobaría los puntos anteriores más lo siguiente: Dedica tiempo regularmente para hacer cosas que disfrutes, ya sea leer un libro, dar un paseo, disfrutar de un baño relajante o cualquier actividad que te brinde placer y descanso. Debes de aprender a cuidarte, pues es la base del bienestar psicológico y emocional.
Establecer límites es esencial para proteger tu bienestar emocional. Aprende a decir no a compromisos que te sobrecarguen y prioriza tu tiempo y energía en lo que realmente importa. Establecer límites saludables es un acto de autocuidado y autenticidad. Por lo tanto, debes de aprender a trabajar la asertividad, con el fin de valorar tus propias necesidades, en beneficio exclusivamente para ti.
Al abrazar estos consejos estarás mejor preparado para enfrentar los desafíos del nuevo año con una mente más adaptativa y equilibrada. Recuerda que el bienestar psicológico es un viaje continuo, y cada pequeño paso que tomes contribuirá a tu crecimiento personal y felicidad a lo largo del año. Desde Psonríe podemos ayudarte a que puedas disfrutar de este viaje con plenitud.
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