La palabra catarsis es de origen griego y significa purificación. Es utilizada en el área de la psicología para indicar la liberación de las emociones negativas. Esta definición se dio a conocer en el ámbito psicoterapéutico gracias al neurólogo Sigmund Freud.
Tomando como referencia lo anteriomente expuesto, podemos decir entonces que la catarsis es la liberación de las emociones que se produce a través de la limpieza (purgación) de los problemas y peligros inconscientes. Al llegar el momento de la catarsis emocional, ese momento es cuando no se puede soportar más, cuando la persona se siente agotada, cansada y con ganas de abandonarlo todo. Ocurre que la persona supera sus emociones descontroladamente sin permiso.
A su vez, físicamente el cuerpo puede responder con dolores, malestares, reacciones físicas, molestias o enfermedades, dándose en ese momento la catarsis emocional. Cuando se sufre de un colapso emocional, las emociones bloquean o paralizan a la persona porque no puede ser fuerte para dominar la situación. Es exactamente este momento catártico el que la persona ha querido evitar durante mucho tiempo, mostrándose fuerte, inmutable, valiente, entero, creyendo que había conseguido el autocontrol para sentirse equilibrado. Pero con el tiempo se da cuenta que el cuerpo se encuentra lleno de emociones y sentimientos negativos que debía liberarse mediante la catarsis.
Inicialmente, el método de asociación libre formaba parte de la terapia hipnótica, en la que el paciente se sometía al recuerdo de las experiencias traumáticas de su pasado con el fin de liberar sus emociones reprimidas. Mediante la evolución del psicoanálisis se desvinculó este método de la hipnosis para incluirlo en la terapia psicoanalítica.
Si examinamos y observamos lo que se denomina explosión emocional, nos daremos cuenta que este término ha florecido de la nada, pero con el pasar del tiempo se ha vuelto impredecible, en personas que han aguantado y no han permitido que surjan sus sentimientos profundos e inconscientes.
Al seguir profundizando podemos descubrir pensamientos de autoexigencia, donde la persona, por ejemplo, oculta sus emociones más negativas para vivir con una sensación falsa de equilibrio y estabilidad.
La catarsis es necesaria para la salud emocional, pero si se consigue un nivel de negación emocional, será más saludable no llegar a esta situación.
Por tal razón, desde la primera emoción, se debe uno permitir vivirla en su máxima expresión, admitiendo que se es un ser humano y que se tiene emociones, considerando que estas forman parte de un proceso de aprendizaje, cambio, crecimiento y superación.
Asimismo, es necesario desarrollar estrategias para expresar todas las emociones, sin llegar al punto de no perjudicar a otras personas ni a uno mismo. Es importante sacar las emociones, expresarlas y liberarse de ellas. La represión siempre es negativa, debido a que permite que se desarrollen emociones en el interior de nuestro organismo con fuerza y dolor, ya que están sin solucionarse.
Las expresiones controladas son terapéuticas y liberadoras, y esto abarca admitir las emociones, hablar de ellas y no ocultarlas. A esto se le conoce como inteligencia emocional.
Es necesario perder el miedo a sufrir, a sentirse frágil ante los otros, ya que el mayor sufrimiento es el que no se expresa y la mayor vulnerabilidad es la presión de esconderse.
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