Ludopatía y alcoholismo: ¿qué relación tienen?

La ludopatía es un trastorno adictivo donde la persona que lo padece se ve obligada por un sentimiento incontrolable a practicar juegos de azar de manera compulsiva y creciente. 

Expertos afirman que la ludopatía y el alcoholismo están íntimamente ligados, debido a que ganar en los juegos de azar incrementa la necesidad de consumir bebidas alcohólicas, cosa que no sucede cuando pierden, Por esta razón estas patologías deben tratarse de manera conjunta para lograr resultados positivos. 

Es necesario romper la unión inconsciente entre ganar en los juegos y el consumo de alcohol. Las personas que tienen este tipo de patologías además, abusan de otras drogas, tienen problemas sociales y conductas suicidas. Es un hecho muy común que las personas que juegan en máquinas tragamonedas y consumen bebidas alcohólicas son candidatos a pasar largos periodos de tiempo  jugando y gastando una mayor cantidad de dinero y a ejecutar apuestas más osadas que aquellos que no ingieren alcohol. 

Una persona que consume drogas y alcohol que toma la decisión de dejar el juego es muy propensas a lograr su meta por encima de aquellas personas que no ingieren o consumen ninguna de estas sustancias.  Además hay un hecho muy cierto que expone que no todos los ludópatas son alcohólicos, ni todos los alcohólicos son ludópatas. Sin embargo ambas son adicciones. {
La ludopatía y el alcoholismo tienen síntomas parecidos que van desde malestar general, mal carácter, nerviosismo y el autoengaño de que no se padece el trastorno, estas personas además son mentirosas y buscan justificar sus actos. 

El ludópata puede iniciar su adicción sin consumir bebidas alcohólicas, pero es un hecho muy acertado que con el tiempo tienden hacerlo para buscar un refugio a los problemas que se le van presentando. Este consumo de alcohol irá aumentando paulatinamente y el juego indiscriminado prolonga la estadía en bares y cuando el razonamiento se ve opacado la persona se dedica solo a beber y jugar. 

Este proceso es muy difícil pues se debe batallar con dos adiciones a la vez, sin embargo, la más complicada es la ludopatía pues no es una sustancia que se ingiera porque el cuerpo la necesita pero la mente lo exige sin remordimientos. La persona juega para evadir y no para ganar. Aunque al comenzar a jugar esa idea esté en la mente. 

Cuando un ludópata gana en un juego vuelve apostar aún sabiendo que lo puede perder de nuevo.  Los síntomas de esta enfermedad no se manifiestan o perciben tan claramente como otros trastornos, pero el núcleo familiar directo si lo percibe y por ello es muy importante su detección temprana para evitar que sea difícil superar este trastorno. 

Las personas que padecen este tipo de adicción son propensas a adquirir cualquier tipo de adicción. Generalmente, el problema de la ludopatía es atribuido al alcoholismo. Cuando una persona es alcohólica en un principio, esta adicción opaca cualquier otra que pueda estar presente, en esta situación la familia juega un papel muy importante para lograr detectar la segunda adicción y atacarla de manera adecuada.