Frases comunes como: “No me quiero drogar” “Yo no estoy loco/a para tomar medicamentos” “No quiero depender de unas pastillas”, “una pastilla no resolverá mi problema”, entre otras creencias como estas son las que son comunes escuchar en personas que tienen un temor por desconocimiento real a la psicofarmacología como apoyo a la terapia y su recuperación.
Por dicho desconocimiento y falsas creencias, suelen no aceptar la ayuda farmacológica, lo cual retrasa o empeora su patología. Es por eso, que la persona debe entender el propósito real de la psicofarmacología en la terapia psicológica. Por ejemplo, si tenemos dolores musculares, tomamos para calmar el dolor, si tenemos una alta fiebre, un analgésico no ayudará a bajarla, y así con muchas patologías médicas comunes. Lo primero es reconocer que existe una actividad química y eléctrica cerebral, es decir, si pueden aparecer alteraciones en los neurotransmisores cuando hay presencia de alteraciones psicológicas. Si hacemos una explicación más sencilla con el caso de la ansiedad, la emoción característica es el miedo, y varias zonas del cerebro son claves en producir el miedo, es especial la amígdala, la cual es una pequeña estructura en el hipocampo. Si el miedo es funcional, es decir, es adaptativo, es correcto, en casos de alerta real como método de protección, la amígdala se activa y envía respuestas a nuestro cerebro para actuar, accionar, pensar, etc.
Pero cuando el miedo que disfuncional, desproporcionado, es muy constante con alta intensidad, o generalizada que llega a ser limitante, ocurre una hiperactividad de la amígdala, y puede generar miedos fóbicos. De esta forma al haber una hiperactividad o alteración en la amígdala o neurotransmisores, las neuronas puede perder su capacidad de discriminar amenazas y afectar aún más el funcionamiento correcto de cada estructura cerebral para lo que realmente deberían trabajar y así traer más deterioro al funcionamiento químico y eléctrico cerebral.
Es por esto, que un paciente de acuerdo a las evaluaciones profesionales se le refiere o recomienda tratamiento farmacológico. Para que pueda regular cualquier alteración cerebral disfuncional. El médico psiquiatra y el psicólogo trabajan de la mano como equipo multifuncional, ya que la farmacología refuerza el trabajo de la terapia conductual con el psicólogo. Los pacientes y el profesional pueden notar cambios favorables a corto tiempo
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