Mitos y realidades de la terapia psicológica

La terapia psicológica suele estar rodeada de algunos mitos o conceptos erróneos que pueden generar dudas y confusiones en aquellos que quieren buscar ayuda profesional. A continuación, hablaremos de algunos de los mitos más frecuentes y los contrastaremos con lo que en realidad sucede en terapia 

Mito: “Ir a terapia es para personas con problemas mentales graves o que están locas”

En realidad, la terapia psicológica es beneficiosa para personas que enfrentan diferentes desafíos o problemas, pero también puede ser beneficiosa para personas que quieren trabajar en mejorar alguna área de su vida buscando una calidad de vida mejor, así como, personas que buscan un crecimiento personal. 

Mito: “La terapia durará toda la vida”

En realidad, cada terapia lleva un proceso y duración distinta, dependiendo del contexto y necesidades individuales de la persona. También, depende del enfoque psicológico desde el cual se trabaja, algunos son cortos y otros pueden ser procesos de larga duración, esto depende de lo que la persona busque y con el modelo con el que se sienta más cómodo trabajando. 

Mito “Van a divulgar las cosas que les he contado”

Uno de los principios éticos de los psicólogos es la confidencialidad, por lo que ir a terapia debe ser un espacio seguro y de completa confianza. La confidencialidad puede romperse en situaciones específicas: Cuando la vida del consultante o un tercero está en peligro o cuando la ley lo requiere, todo esto se habla desde el inicio de la terapia para que el consultante tenga conocimiento. 

Mito “Hablar con mis amigos es como ir al psicólogo”

Nuestros amigos son nuestra red de apoyo, es importante y bueno hablar con ellos para escuchar el punto de vista, pero esto no remplaza la visión de un profesional. La psicología estudia el comportamiento humano, cuenta con modelos y enfoques estructurados y validados científicamente para abordar diferentes problemáticas en salud mental, por lo que los profesionales están capacitados para brindar el acompañamiento apropiado donde se pueden explorar los temas de manera más profunda y significativa. 

Mito “Ir a terapia es una señal de debilidad”

Reconocer que necesitamos ayuda o acompañamiento para resolver una situación por la que estamos pasando nos hace valientes e inteligentes emocionalmente. Muchas veces no contamos con los recursos emocionales para enfrentarnos a las situaciones, y es importante y válido pedir ayuda.

Mito “Me van a juzgar”

El objetivo de la terapia es brindar un espacio seguro, donde los consultantes se sientan cómodos y tranquilos de expresar y explorar sus sentimientos, pensamientos y experiencias sin temor a ser juzgados. La relación terapéutica debe basarse en el respeto mutuo, en la confianza y la honestidad.

Mito “Me tienen que decir que hacer”

El terapeuta actúa como un guía, proporcionando apoyo, compresión y orientación. Brindan herramientas y explora junto con el consultante diferentes caminos para el crecimiento y la resolución de problemas, sin embargo, la toma de decisiones la hace el consultante, priorizando su autonomía y su juicio personal. 

En resumen, es importante desmitificar la terapia psicológica y reconocer su valor como una herramienta efectiva para trabajar y promover la salud mental, así como, el bienestar emocional; de esta manera podemos fomentar una mayor aceptación y acceso a los servicios.