Hasta hace tan sólo unos años se creía que nacíamos con un número de neuronas y conexiones entre ellas limitadas. Pensábamos que las neuronas aumentaban hasta la adolescencia, y que, a partir de la edad adulta, comenzábamos a perderlas de una forma irremplazable. ¿Pero es verdad esto?
Gracias a las investigaciones hemos descubierto la plasticidad neuronal o neuroplasticidad, lo que se conoce como “renovación del cableado cerebral”.
Ahora sabemos que el cerebro humano puede producir nuevas neuronas y crear nuevas conexiones neuronales hasta pasados los 80 años, en respuesta a nueva información y experiencias, a estimulación sensorial, al desarrollo, o como efecto de diferentes terapias y entrenamientos.
Esta capacidad nos da la posibilidad de modificar nuestros comportamientos, emociones, creencias, etc. y mejorar con ello nuestra calidad de vida.
Según Michael Merzenich, uno de los pioneros en el campo de la neuroplasticidad, los ejercicios de entrenamiento y/o rehabilitación mental pueden ser tan útiles como los fármacos, para tratar padecimientos tan severos como la esquizofrenia o la ceguera. Se han conseguido esperanzadores resultados entrenando y enseñando a personas invidentes de nuevo a “ver” de nuevo, utilizando nuevas redes neuronales.
¡Nunca es demasiado tarde para empezar a cuidar tus neuronas, tu cerebro y tu sistema nervioso!
Una buena manera de hacerlo es integrar en nuestra rutina diaria prácticas de autocuidado como el ejercicio físico moderado y prácticas como la respiración consciente, la relajación o la atención plena o Mindfulness.
Si tu respuesta ha sido SI, te invito a que comiences con un sencillo ejercicio de Atención plena, el “escáner corporal” o “body scan”.
Siéntate de manera cómoda o túmbate si lo prefieres, y cierra tus ojos. Toma consciencia de tu respiración, tu inspiración y tu expiración, e imagina un escáner que va desde tu cabeza bajando hasta tus pies. Si aparecen sensaciones recuerda observarlas, sentirlas, céntrate en tu respiración y continúa con tu escáner hasta tus pies. Si durante el ejercicio aparecen pensamiento imagina que tu mente es un cielo y tus pensamientos son como las nubes, que se mueven y poco a poco desaparecen.
El objetivo de entrenar esta herramienta es que entres en contacto con tus sensaciones corporales y emociones, sin tratar de reprimirlas o juzgarlas, solo observándolas, sintiéndolas y tratando de ser cada vez más consciente de tu mundo interior.
Suscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir