Las personas autoritarias son aquellas con comportamientos que tratan de imponer su propio criterio o manera de pensar sin que para ellos tenga ningún significado o importancia la opinión de otras personas, esto lo hacen de manera consciente o inconsciente, sin ninguna justificación del porqué hay que obedecer a sus designios.
En algunos casos las acciones, dirección de decisiones y poder que ejercen las personas autoritarias sobre otros pasan desapercibidas. Esto se debe a que no tienen una vía clara por donde aplicar su voluntad a la fuerza. Es por ello que utilizan algunas alternativas más suaves para aplicar sus criterios, de tal manera que las personas ni se dan cuenta de su comportamiento.
Las personas autoritarias siempre están vigilando todos las situaciones familiares, personales y laborales a su alrededor. La característica que generalmente los pone en evidencia es el uso o el abuso de poder, esa necesidad de dominarlo todo, la intolerancia hacia los demás, el cinismo y una doble moral que se hacen evidentes rápidamente ante cualquier situación. La naturaleza autoritaria de una persona, esa necesidad de dominar nunca deja de desarrollarse.
Las personas autoritarias presentan las siguientes características:
- Creencia de que siempre tienen la razón: Este tipo de personas manifiesta constantemente que tienen la razón en todo tema o situación, aún más cuando no aparezca ninguna razón que pueda indicar lo contrario a lo que ellos expresan.
Están convencidos que tienen todos los argumentos necesarios para manifestar a los demás como son o tienen que ser las cosas o cómo tienen que ser las demás personas.
- Liderazgo Incuestionable: Este tipo de personas asumen que objetar su liderazgo es una ofensa de tipo personal. Esto se debe al hecho de que asumen que ellos mandan y las demás personas deben obedecer.
El líder autoritario es una persona muy agresiva, su fin es satisfacer sus necesidades propias, no es empático, no posee ninguna tolerancia, ante las debilidades reacciona agresivamente y evita los sentimentalismos.
Menospreciar o desvalorizar las habilidades y el trabajo de los demás: Para sentirse privilegiado y en especial para la toma de decisiones o en lo que se tenga que llevar a cabo, estas personas mantienen el espejismo de que las otras personas no tienen tantas habilidades, que no son tan capaces como ellos para actuar o ejercer las acciones correctas. Cualquier acierto que no sea propio lo ven como resultado de la suerte o éxitos momentáneos.
- Alardear de los méritos: por un lados desvalorizan los méritos de los demás, pero por otro lado tienden a mostrar exagerada y abiertamente sus logros y llamar la atención hacia sí mismos, para afianzar las razones del porque tienen la autoridad y el control del mando.
En los casos donde la persona autoritaria no tiene la necesidad de demostrar nada y aun así ejercer su poder es muy difícil detectar esta característica.
La persona autoritaria siempre intentará colocarse un nivel por encima de los demás y para ello utilizara el desprecio y la agresividad.
- Las demandas constantes: Los autoritarios no solo manipulan a las demás personas a cumplir algunos propósitos sino que entran en un juego de exigencias a los demás de cualquier cosa, esto debido a que se dan cuenta que la autoridad es muy útil a corto plazo.
- Inclinación a ser agresivos: Exigir cada vez más a los demás genera situaciones conflictivas y de insatisfacción por lo tanto la persona autoritaria reacciona intensamente para castigar a las demás personas y evitar así que vuelvan a ocurrir este tipo de episodios. Los castigos no necesariamente se refieren al uso de la fuerza física sino más bien de manera verbal y simbólica.
- Autoritarismo en diferentes ambientes: El autoritarismo de una persona se imponen en todo los ámbitos de su vida, en toda clase de situación, en cualquier caso buscará la manera de imponer su opinión en el escenario que se le presente.
- Lealtad absoluta a sus valores, ideas y costumbres: Este tipo de personas son muy rígidas y clasifican al mundo según sus creencias en buenas o malas y aquella persona que piense igual que él es la que está en el camino correcto. Pero si alguna persona no piensa igual que él será su adversario potencial. Lo que para ellos está bien o es lo correcto debe ser respetado y asumido por los demás con la misma admiración.
- El etnocentrismo: Los autoritarios tiene la actitud de presuponer que son superiores a los demás en todos los aspectos de su vida. Todo lo suyo es lo mejor. Quedando muy poco lugar para aquellas cosas o situaciones que no encajan en su manera de pensar y disminuye la capacidad de aceptar lo que no esté dentro de su cuadro de pensamiento y genera discriminación, comportamiento ofensivo hacia los demás, prejuicios y menosprecio al que no piense igual.
- Cultivar el miedo: Este tipo de personas no duda en hacer uso de las amenazas, pensamientos destructivos para fomentar el miedo en otras personas y obtener el control de las situaciones y el poder.
- Argumentación simple: Este tipo de personas viven envueltas en trucos, Se colocan en altas plataformas, crean ilusiones de imposición que en algunos casos dan miedo. Pero en realidad los soportes de todo eso son muy débiles y se ponen en evidencia solo con escucharlos exponer sus argumentos. Solo se limitan a justificar su verdad, su pensamiento, pero basta con desafiar sus tramas para destruir su punto de vista simple en el cual se basan sus ideas.
Es importante aclarar que si estamos en contacto con una persona autoritaria, en primer lugar se debe poner distancia, evitando el trato muy poco agradable que ellas ofrecen a los demás. No ponerse nervioso ante su presencia, no asumir comportamientos de rabia o ira y no permitir que la situación nos sobrepase son buenas opciones a tomar en cuenta.
Aceptar en primer lugar, como es la persona y que no es nuestra tarea cambiarlos, nos da una ventaja para que su comportamiento no nos afecte. Otro punto importante es no darles siempre la razón y establecer tus límites para no permitir la manipulación son aspectos fundamentales para tener una relación sana con este tipo de personas.
Es muy recomendable manejar cuidadosamente este tipo de personas, y establecer estrategias que mantengan la integridad emocional y psicológica reconociendo la personalidad de los demás, es una buena práctica que evita las confrontaciones y sus implicaciones en el entorno de la vida diaria.
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