Con toda la situación que se está viviendo actualmente con el coronavirus (CONVID-19), nos causa mucha curiosidad una conducta que se relaciona al virus y es la compra exagerada de papel higiénico. Y nos preguntamos, ¿por qué?, ¿A qué es debido?.
Nos encontramos ante unos comportamientos de interés psicológico, son situaciones que se han presentado ante la crisis del CONVID-19. El almacenamiento o acaparamiento compulsivo de adquirir productos, dejando los estantes en los automercados vacíos. Las personas están comprando el papel sanitario en cantidades desmedidas, y muchos otros nos preguntamos, ¿por qué?
Al conocer la existencia del contagio y de la pandemia que ocasiona el CONVID-19, las personas tenían la necesidad de comprar gel hidroalcohólico y mascarillas. Esto es comprensible y de total lógica, es la manera de prevención que nos ha recomendado la OMS para protegernos contra este virus. La angustiosa necesidad de tener esas herramientas en las manos para combatir este virus, una necesidad que aún continúa presente.
Pero, y ¿cuál es la explicación a esta conducta compulsiva de adquirir el papel higiénico?, ¿porque se agota el papel higiénico?, y por que comprar tanta cantidad?. Las personas parecen demostrar una tranquilidad emocional y mental con la adquisición de papel higiénico
Apartando los memes y todas las bromas que las personas están haciendo al respecto de la compra desmedida del papel higiénico, no puede parecer algo irónica, pero existen explicaciones las cuales debemos conocer. Esta es una realidad que tiene un impacto psicológico en la población.
El papel higiénico no representa un producto de primera necesidad, es decir, no está clasificado como primera necesidad como lo es, por ejemplo, el agua, los alimentos que nos garantizan la supervivencia, aun así, mentalmente las personas consideran la compra de papel higiénico una necesidad. Llegando a darle más importancia a la compra del papel que a la compra del mismo jabón.
Este comportamiento, representa un hecho muy interesante, y que se podría relacionar de alguna manera, a una condición de cultura, específicamente, a la cultura Occidental. Como acotación curiosa, la población Asiática no demostró tener la necesidad compulsiva de comprar papel higiénico. Simplemente están conscientes que de no tener papel higiénico podrían usar, en su sustituto, papel de cocina, servilletas o incluso pañuelos de papel.
Dicho esto, en el cerebro de la población Occidental notamos comportamientos distintos en época de pandemia, uno de ellos ha sido la compra descontrolada de papel higiénico, hasta el punto de estar agotado.
Nuestro cerebro piensa, si estaremos muchas semanas en casa, deseamos hacerlo de la forma más cómoda posible, creando un ambiente de confort y bienestar. Sería posible renunciar a la compra de ciertos productos, si nos viéramos en la obligación de no poder adquirirlos. Pues bien el papel higiénico no es uno de ellos. Lo han catalogado en la base de la ¨pirámide¨ de los productos de primera necesidad.
El papel no es un producto que nos pueda alimentar ni nutris, pero tenerlo a disposición les garantiza estar en un mínimo de dignidad, un producto al cual no deseamos renunciar.
Este comportamiento es contagioso e irracional, algo que se maneja muy bien desde el campo de la psicología, en el comportamiento del consumidor, que sus compras son en gran parte irracional y compulsiva.
Con solo ver a una persona realizando la compra de un producto, nos comienza a interesar, tal vez, no lo imitemos al instante, pero pensamos de inmediato si eso nos hace falta, y si no lo pensamos en algún momento lo haremos.
No compran el papel higiénico únicamente por considerarlo un producto ¨irrenunciable¨, si no por ver a otras personas que lo compran en cantidades grandes, pues nos interesa su adquisición aun más.
Si sumamos a esto, que en la televisión y en las redes sociales, nos muestran imágenes de personas con sus carritos llenos de papel higiénico, el efecto de contagio es incontrolable, la reaccion sera correr al automercado a comprar antes que se agote.
Así mismo, muestran los estantes donde se ubica el papel, se nota un gran vacío, por lo cual crea una sensación de carencia y una gran necesidad de comprar para no quedarnos sin uno. Si todas las personas compran en grandes cantidades, ¨Yo puedo quedarme¨ sin uno.
Es un miedo que se despierta en nosotros, que este producto está tan cotizado y la posibilidad de no poder adquirirlo, conocido como miedo a la carencia.
Posiblemente no tengamos la necesidad de tener este producto en casa, pero al observar el patrón de compra en masas nos lleva a pensar, si no corro ya a comprarlo nos quedamos sin uno
Desde el punto de vista psicológico, existe otro aspecto de importancia y es que la compra nos brinda un sentimiento de control. Viviendo rodeados de cierta incertidumbre, tantas situaciones complicadas, la inquietud y la angustia, contamos con un beneficio y esta sensación de control, llamado comprar.
Cuando contamos en nuestros hogares con un buen abastecimiento de productos básicos y comida nos sentimos aliviados, nos vemos cubriendo nuestras necesidades fundamentales y nuestro cerebro se siente en tranquilidad.
Por más insólito o irónico que nos pueda parecer este comportamiento, tiene una explicación fundamentada, y es simplemente una conducta asociada al pánico. No tiene importancia realmente si es esencial para sobrevivir, en esta situación crítica contar con él nos acerca a una sensación de control y de normalidad.
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