¿Qué es el cerebro social?

Los mamíferos estamos diseñados para vivir en sociedad, esto es una cualidad que comparte esta especie. El desarrollo de diversas áreas cerebrales y la manera en cómo se encuentran interconectadas es lo que ha permitido que esta especie desarrolle estos patrones comportamentales. En este artículo te invito a conocer qué es el cerebro social.

Nuestro cerebro está conformado por diversas estructuras, las cuales se encuentran interconectadas y permiten que se den determinados procesos cognitivos, afectivo y conductuales para el desarrollo de estrategias que puedan facilitarnos la adaptación al ambiente y las demandas de este. Las estructuras cerebrales implicada en el comportamiento social dentro de los mamíferos son: el área preóptica, la amígdala medial extendida, el septum lateral, el mesencéfalo y el hipotálamo anterior y ventromedial. Cuando hablamos de cerebro social, no hablamos de un área cerebral en específico, sino de una red cerebral cuya interconexión permiten que se den una gama de comportamientos sociales.

Por ejemplo, las activaciones de estas áreas han sido fuertemente relacionadas con comportamientos agonísticos en los mamíferos, el cual es un comportamiento social que permite obtener y defender recursos materiales limitados mediante la agresión, y con el comportamiento parental el cual es una serie de comportamientos que permiten la probabilidad de supervivencia de las crías.

En los adolescentes el desarrollo temprano del sistema límbico (el septo, el fórnix, el hipotálamo, la amígdala cerebral y el hipocampo), área que recibe conexiones de esta red cerebral social, está más desarrollada que las áreas prefrontales (áreas relacionadas con el control del impulsos) se relaciona con la aparición de comportamientos de riesgos, sin embargo, la aparición de un neuromodulador llamado oxitocina permite que se reconozcan y establezcan patrones de relaciones sociales, de confianza y generosidad entre las personas.

Con esto debemos entender que nuestro comportamiento social es la expresión de una intrincada relación dinámica entre el ambiente y determinadas estructuras cerebrales encargadas de que se expresen determinados comportamientos, por lo que es menester comprender que el ser humano es un animal gregario; es decir, está diseñado para vivir en comunidad, y que, no estamos diseñados para vivir aislados, por eso fortalecer nuestras habilidades sociales es un factor protector importante para nuestro cerebro y nuestra salud mental.