¿Qué es la terapia racional emotivo conductual?

Cuando padecemos de un malestar físico por lo general sabemos a dónde acudir; por ejemplo, si tenemos problemas cardíacos acudimos a un cardiólogo, si nuestro niño o adolescente se encuentra enfermo vamos al pediatra, si nos duele la cabeza asistimos al neurólogo, etcétera. Pero, cuando padecemos de aquellos malestares que no son tan evidentes; es decir, malestares conductuales, emocionales y cognitivos (pensamientos) acudimos a especialista de salud mental (psicólogo y psiquiatra). Dentro de estas especialidades existen diversas terapias para ayudar a superar aquellos problemas de origen psíquicos, hoy te hablaré de uno de ellos, el cual es la terapia racional emotiva conductual.

La terapia Racional Emotivo Conductual fue creada en 1955 por Albert Ellis. La idea central de esta terapia es que las personas se alteran no por las cosas en sí, sino por la visión que tienen estos de las cosas. Aunado a esto, en esta terapia se considera que las personas son más felices cuando establecen metas y propósitos importantes en su vida, y se esfuerzan por alcanzarlos. Otro rasgo distintivo de esta terapia es la importancia que da sobre la distinción entre las creencias racionales e irracionales; es decir, las creencias racionales son aquellas que no son absolutas y preferenciales, en contrario a las irracionales las cuales son absolutas y dogmáticas.

Tomando en consideración lo expuesto previamente, una persona que se somete a este tipo de terapia entra en un proceso en el cual, la modificación de las creencias que tiene asociado a diversos eventos es fundamental para poder solventar sus problemas psicológicos; ya que, como se viene explicando, el origen de los problemas psicológicos de una persona es debido a las interpretaciones que esta tiene del ambiente y las circunstancias, y las creencias irracionales que asocia a estas.

Este tratamiento en la actualidad ha sido uno de los tratamientos más efectivos bajo la evidencia científica para problemas como la ansiedad, la depresión, la fobia social, la timidez, la ira, frustraciones y las disfunciones sexuales.