Supersticiones y pensamiento mágico

La palabra superstición proviene del latín y significa “permanecer sobre”; sobrevivir. Superstición es asignar de manera incorrecta la causa de un evento a una creencia o mito sobrenatural, a algo irracional.

Difiere la superstición a la equivocación. En las dos hacemos hipótesis de causa-efecto y erramos acerca de la causa, pero la equivocación se asienta en probabilidades obtenidas por la ciencia o la razón. Por ejemplo, en un accidente de automóvil, podemos suponer que se debió a que el conductor fue poseído por un fantasma o que se pinchó una rueda, pero en realidad luego se comprueba que los frenos fallaron.

Muchas supersticiones están basadas en creencias populares relacionadas con el pensamiento mágico, creer que producir algunas palabras, gestos o rituales, influyen para que ciertas cosas sucedan. La psicología lo explica a través del condicionamiento operante. Experimentando con palomas, asociaron movimientos casuales a recibir comida (aletear, por ejemplo). Las palomas lo repetían, porque creían que aletear producía comida. Es igual cuando una persona hace un gesto con el dedo índice y meñique, toca madera, asociándolo al efecto tranquilizador y piensa que desaparecerá mágicamente la causa perturbadora.

¿Por qué somos supersticiosos?

Las supersticiones y el pensamiento mágico son prejuiciosos, conducen a una evaluación equivocada de la realidad, pero permiten cierta estabilidad mental, dándole sentido rápidamente al mundo no comprendido, sin detenerse mucho a pensar. Pero exagerar, reaccionando con múltiples asociaciones incorrectas y fáciles de causa-efecto supersticiosas, puede hacernos sonar alarmas inexistentes ante eventos que son inocuos o no se relacionan siendo la base de creencias sobre el mal de ojo, curación mágica y múltiples conductas adivinatorias.

Una explicación reciente sobre las supersticiones y pensamiento mágico, es que el cerebro produce una gran actividad irrelevante que se ha llamado “ruido”, que en situaciones que requieran precisión, es fundamental disminuir. Muchos atletas se han dado cuenta y adoptan esas conductas antes de actuar, les funcionan y mejoran su autoconfianza, porque al controlar el ruido del ambiente con sus rituales, se calman internamente y se concentran.  Por ejemplo, se dice que Serena Williams usa un solo par de medias mientras dura el torneo y rebota la pelota 5 veces antes del primer servicio.

En otro extremo, si ante cualquier evento tenemos la actitud de esperar evidencias verdaderas e infalibles, nos llevará mucho tiempo responder, convirtiéndonos en escépticos y no aprovechar descubrimientos azarosos. 

El sistema de creencias está demasiado arraigado para cambiarlo a pesar de la educación. Por eso han persistido supersticiones y pensamiento mágico en deportistas, jugadores, ceremonias, períodos de fertilidad, agricultura, uso de piedras, utensilios y productos de cocina, regalos, evasión de animales, posiciones del cuerpo, color de la ropa, números, tratamientos pseudopsicológicos.

Cambiando creencias, supersticiones y pensamiento mágico por juicios racionales y conocimiento, aumenta el progreso. Ellas florecen en ambientes ocultos, secretos, pseudocientíficos, que cambian de nombre, explotando la búsqueda de respuestas sin apoyo de evidencias, que son las que iluminan la mente.

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