La literatura muestra que el Trastorno Afectivo Estacional ocurre en determinadas épocas del año. Lo importante de saber que cada estación del año puede afectar nuestro organismo, es que conseguimos entender mejor lo que sentimos y así prepararnos física y emocionalmente para enfrentar estas variaciones. La alimentación, las relaciones sociales y las actividades físicas y recreativas, son sumamente importantes en todas las estaciones o temporadas y es significativo conocer que es lo óptimo para nuestro bienestar.
En el verano, el sol brinda gran parte de la activación de la vitamina D que es esencial para los huesos, potencia el sistema inmunológico y reduce la agresividad. Se estimula la secreción de dopamina y serotonina (hormonas de la felicidad). Hay mayor disposición para aprender y estudiar. En el invierno, se modifican los niveles de serotonina, te sientes con menos energía y se reportan mas casos de cuadros depresivos y las personas prefieren quedarse en casa que realizar actividades que involucren salir del hogar.
Conociendo un poco sobre esta información, podemos identificar nuestras emociones y los cambios que experimentamos en cada una de las temporadas o estaciones. También conseguimos estructurar planes o estrategias para aprovechar lo mejor de cada una de ellas y así mantenernos saludables emocionalmente todo el año.
< Siguiente
¿Qué es la Psiconeuroinmunología clínica?Anterior >
Acoso cibernéticoSuscríbete a las Noticias de Psonríe
Puedes seleccionar que tipo de noticias quieres recibir