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Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido sin ganas de hacer nada, desmotivados, sin ilusión ni interés. Todos estos sentimientos tan desagradables si se intensifican exageradamente se refieren a la apatía que puede ocasionar tanto problemas físicos como psicológicos.
Entonces, la apatía es una condición que experimenta una persona en la cual no tiene ninguna motivación o interés por las situaciones o aspectos de la vida, vinculada con un estado de desesperanza y malestar a nivel cognitivo. Entre las principales características que presenta esta condición está el embotamiento afectivo, la ausencia de perseverancia, la disminución de pensamientos y las conductas autogeneradas.
Cuando una persona tiene apatía, pierde la iniciativa, la relación de los acontecimientos con sus emociones, baja de nivel, lo que trae como consecuencia que la persona disminuya su rendimiento y esfuerzo incrementando la desmotivación.
La apatía, cuando se encuentra en su máxima expresión no le permite a la persona actuar de manera normal, haciendo muy difícil la toma de decisiones y comenzar o continuar ejecutando tareas o actividades.
Cuando la apatía se encuentra en su fase primaria se considera un síndrome sin trastornos asociados necesariamente. Pero generalmente es un síntoma que indica la presencia de otros trastornos mentales y físicos en la persona.
Biológicas: A nivel cerebral se detectan alteraciones en la conexión entre el lóbulo frontal y los ganglios basales que estimulan la apatía y que explica los problemas para conectar la emoción, el pensamiento y la disminución de la iniciativa.
Las lesiones en el prefrontal dorsolateral y las áreas asociativas pueden explicar la aparición de la apatía en patologías como la demencia.
El consumo de sustancias con efectos psicoactivos también puede ser una causa de la apatía. Debido a que estas modifican la transmisión de neurotransmisores y alteran el funcionamiento normal del cerebro. En el caso del consumo de antipsicóticos típicos se reduce la actividad dopaminérgica del cerebro ocasionando que no circule la suficiente cantidad de dopamina por la vía mesocortical lo que ocasiona un incremento de los síntomas negativos en la apatía.
Ambientales: La apatía se ha detectado en personas sometidas a situaciones de estrés constante o sometidas a exposición y estimulación hostil. La capacidad de interés acerca del entorno que los rodea se puede ver afectado por la ausencia de un fortalecimiento positivo suficiente.
El pensamiento, depresión y las actitudes con falta de defensa con un enfoque negativo de sí mismos, del futuro y del mundo, fomentan el desgaste del estado de ánimo y la motivación de la persona ocasionándole apatía.
La predisposición a establecer metas poco realistas y difíciles de alcanzar, que superan la capacidad de llevarlas a cabo suelen ocasionar frustración.
Depresión.
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Ansiedad, estrés y situaciones traumáticas.
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