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Si bien los cambios hormonales durante el ciclo menstrual pueden afectar el estado de ánimo de las mujeres, hay una condición en la que estos cambios son muy pronunciados. Nos referimos al trastorno disfórico premenstrual (TDPM), del cual hablaremos en este artículo, así como sus síntomas, posibles causas y tratamientos.
El trastorno disfórico premenstrual, también conocido como síndrome premenstrual grave o desorden premenstrual grave, es una condición que solo afecta a las mujeres. Durante este trastorno, la paciente puede experimentar síntomas graves de depresión, irritabilidad y tensión aproximadamente de 7 a 10 días antes de su periodo menstrual.
Este trastorno se considera una forma más intensa del síndrome premenstrual (SPM). A diferencia del SPM, el trastorno disfórico premenstrual afecta significativamente el funcionamiento personal, social y laboral de la mujer. Se estima que afecta aproximadamente al 3-8% de las mujeres que trastorno disfórico premenstrual, ya que algunos profesionales argumentan que estas mujeres realmente padecen otro trastorno que se magnifica durante los días previos a la menstruación.
Los síntomas del trastorno disfórico premenstrual son similares al SPM, pero son más intensos y debilitantes. Estos pueden variar en incidencia y gravedad entre las mujeres. Los síntomas psicológicos incluyen tristeza, ansiedad, irritabilidad, pérdida de control, cambios de humor, llanto, ataques de pánico y cambios en el apetito. Los síntomas físicos incluyen sensibilidad mamaria, dolores de cabeza, distensión abdominal y dolor muscular o articular.
Aunque no se sabe con certeza qué causa el trastorno disfórico premenstrual, se cree que los cambios hormonales juegan un papel importante. Algunos factores que pueden contribuir a su aparición incluyen antecedentes familiares de trastorno disfórico premenstrual, consumo excesivo de cafeína, sobrepeso, alcoholismo y falta de ejercicio. Además, el trastorno disfórico premenstrual a menudo se asocia con trastornos afectivos emocionales, depresión mayor y trastornos de ansiedad.
No hay pruebas diagnósticas específicas para el trastorno disfórico premenstrual, por lo que se debe realizar una evaluación completa del paciente, incluyendo una historia clínica, evaluación psiquiátrica y exámenes físicos. Una autoevaluación mediante un diario de síntomas durante dos ciclos menstruales podría ser útil para determinar posibles causas y elaborar un tratamiento personalizado.
El tratamiento del trastorno disfórico premenstrual puede incluir medicamentos antidepresivos como fluoxetina o sertralina, píldoras anticonceptivas para equilibrar las hormonas, suplementos nutricionales y remedios naturales como el sauzgatillo. Sin embargo, es importante consultar a un profesional médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
Se recomienda combinar el tratamiento farmacológico con terapia psicológica para abordar los problemas psicológicos y las complicaciones diarias del trastorno disfórico premenstrual.
Además, adoptar hábitos de vida saludables, como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y una buena calidad de sueño, puede tener efectos beneficiosos en la salud general de la persona.
Es decir, el trastorno disfórico premenstrual es un trastorno que afecta a las mujeres durante los días previos a su periodo menstrual, con síntomas graves que pueden interferir en su funcionamiento diario. Aunque no se conocen sus causas exactas, el tratamiento farmacológico, la terapia psicológica y la adopción de hábitos saludables pueden ayudar a aliviar los síntomas.
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